SAN JUAN BAUTISTA

24 junio 2020


Hoy celebra la Iglesia el nacimiento de San Juan Bautista.

Cuando el ángel anunció a María el nacimiento de Jesús, le dijo que Isabel estaba en su sexto mes de embarazo.

Es decir, el hijo de Isabel tiene 6 meses más que Jesús, nació 6 meses antes que Jesús, nació el 24 de junio.

Es uno de los raros casos en que la Iglesia celebra la fecha de nacimiento de un santo.

Por lo general, celebra la fecha de muerte, que equivale a la fecha del nacimiento a la  vida eterna del Cielo.

GRANDEZA DE JUAN

De Juan Bautista dijo el propio Jesús:

Entre los nacidos de mujer, no hay ninguno más grande que Juan. (Lucas 7,28)


NACE CON LAS PROBABILIDADES EN CONTRA

Su nacimiento superó obstáculos imposibles. 
Porque para Dios no hay imposibles.(Lucas 1,37)

Zacarías e Isabel no tenían hijos, porque Isabel era estéril. (Lucas 1,7)

Además, Zacarías e Isabel eran de avanzada edad. (Lucas 1,7)

El ángel que anunció el nacimiento de Juan, le dijo a Zacarías:
Tu esposa Isabel te dará un hijo, al que pondrás por nombre Juan.

Zacarías le dijo al ángel:
¿Y cómo va a ser eso? Mi mujer y yo somos de edad avanzada. (Lucas 1,13 y 18)

Seis meses después, el mismo ángel le diría a la Virgen María:
A pesar de su vejez, tu pariente Isabel va a tener un hijo. La que decían que era estéril está encinta desde hace seis meses.



JUAN Y LOS ASESINOS INTRAUTERINOS

A quienes, en una mezcla indefendible y repugnante de creencias, se dicen católicos y a la vez son partidarios del asesinato intrauterino, alegando que lo que hay en el vientre de la madre no es una vida humana, sino un amasijo de células, Juan el Bautista les asesta dos bofetadas por medio de San Lucas.

Cuando María fue a visitar a Isabel, que tenía seis meses de embarazo, 
al llegar a la casa de Isabel, María saludó a Isabel. En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó el niño en su seno. (Lucas 1,41)


Lucas no escribió amasijo o montón de células o proyecto de bebé
Lucas escribió brefos: criatura, bebé, crío, niño.

Y Lucas escribió inspirado por el Espíritu Santo.

Los asesinos intrauterinos quieren, como satanás, ser más sabios que Dios.

Y de nuevo Lucas utiliza brefos:
Llena del Espíritu Santo, exclamó Isabel dirigiéndose a María:
«Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. ¿Acaso quién soy yo para que venga a visitarme la Madre de mi Señor? Tan pronto como oí tu saludo, el niño saltó de gozo en mi seno». (Lucas 1,44).

Por si fuera poco, el niño saltó de gozo (eskirtesen en agaliasei).

No es que la pateó, como patean los bebés en el vientre. 
Es que la criatura sintió gozo, y ese gozo le produjo estremecimiento.

Es ciencia. Los niños en el vientre de la madre tienen emociones.

Las lecturas de la Misa de San Juan Bautista constituyen una repulsa por los asesinos intrauterinos.

Primera lectura. 
El Señor me llamó en las entrañas maternas y pronunció mi nombre. (Isaías 49,1)

El Señor me formó siervo suyo desde el vientre de mi madre (Isaías 49,5)

Salmo responsorial.
Señor, Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; Tú me formaste en el vientre de mi madre. (Salmo 139,13)

Señor, no te fue oculto el desarrollo de mi cuerpo mientras yo era formado en lo secreto. (Salmo 139,15)

Señor, tus ojos vieron mi cuerpo en formación; todo eso estaba escrito en tu libro. (Salmo 139, 16)


JUAN, HOMBRE HUMILDE

Juan Bautista, el hombre que no se envaneció por tener muchos seguidores. 
Reconoció con humildad su lugar cuando Jesús estaba por iniciar su misión.

El que viene detrás de mí es más importante que yo, porque existía antes que yo. (Lucas 1,15)

Yo ni siquiero merezco desatarle la correa de sus sandalias. (Juan 1,27)

Cuando Juan vio a Jesús que se acercaba a él, dijo: «¡Miren, ése es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!» (Juan 1,29)

Jesús vino de Galilea al río Jordán, donde estaba Juan, para que Juan lo bautizara. Al principio Juan se resistía diciendo:

- Yo soy quien debe ser bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mí? (Mateo 3,13) 



Cuando el Señor me envió a bautizar con agua me dijo: «Aquél sobre quien veas que el Espíritu Santo baja es el que bautiza con Espíritu Santo». Y he visto al Espíritu Santo bajar del Cielo como una paloma y encima de Él. Y porque lo he visto, soy testigo de que Él es el Hijo de Dios. (Juan 1,32)


JUAN, HOMBRE RECIO

Juan sabía que su misión era hablar con la verdad, sin reparar en sus intereses personales.

Herodes Antipas vivía en abominable ayuntamiento con su cuñada Herodías, esposa de su hermano Filipo.
Juan le había dicho a Herodes: «No debes tener como tuya a la mujer de tu hermano».

Herodías lo odiaba. E hizo que Herodes encarcelara a Juan con cadenas.

Herodías quería muerto a Juan. Pero Herodes sentía respeto por Juan, porque sabía que Juan era un hombre justo y santo. Y Herodes lo protegía. 

Aunque al oír a Juan, Herodes quedaba perturbado, Herodes  escuchaba con gusto a Juan.

En el cumpleaños de Herodes, Herodías organizó un banquete. La hija de Herodías bailó de tal forma que Herodes le prometió darle lo que pidiera.

Por consejo de Herodías, la hija le pidió a Herodes la cabeza de Juan en una bandeja.

Herodes se entristeció, pero como era hombre apocado, mandó decapitar a Juan y traer la cabeza en una bandeja.

Cuando los discípulos de Juan se enteraron, recogieron el cadáver de Juan y lo sepultaron. (Marcos 6,17-29)



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