sábado, 20 de abril de 2019

SÁBADO SANTO: DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS


20 abril 2019

El Cuerpo de Jesús yacía en el Santo Sepulcro.

El Alma de Jesús descendió a lugares inferiores, 
o infiernos.

Allí se encontraban las almas de buenos y malos, 
que habían muerto antes de Cristo.

Todas estaban privadas de ver a Dios.

Pero en diferentes niveles.

Y Cristo bajó a llevar a la presencia de Dios 
a las almas de los justos.

Que no podían estar en el Cielo. 

Pues Cristo no los había redimido 
con su muerte y resurrección.

Estaban en el Seno de Abraham. 

Expresión que indica 
que no estaban en el Seno de Dios.

El Seno de Abraham lo menciona la parábola 
del rico Epulón y el pobre Lázaro.

Sobre el Sábado Santo, el Catecismo nos presenta una antigua homilía: 

Un gran silencio y una gran soledad 
envuelven la tierra. 
Porque el Rey duerme.



Catecismo 631 a 635.





viernes, 19 de abril de 2019

VIERNES SANTO: ADORACIÓN DE LA SANTA CRUZ


19 abril 2019

No se puede adorar sino a Dios.

Pero hoy, Viernes Santo, hay una ceremonia: 
La Adoración de la Santa Cruz.

¿Los católicos adoramos un objeto?

Un padre le dice a su hija: te adoro.

Es una manera de expresarse.

El padre no ve a la hija como una diosa.

Es su manera de decirle: 
Te quiero mucho, mucho, mucho.

Igual con La Adoración de la Santa Cruz.

Los católicos sabemos 
que la Santa Cruz no es una diosa.

Hablar de la Adoración de la Santa Cruz 
es una manera de expresar 
profundo reconocimiento 
por el objeto gracias al cual 
Nuestro Señor Jesucristo 
reparó nuestra relación con Dios, 
rota por el pecado de Adán y Eva.

"En cuanto a mí (dice San Pablo)
de nada quiero regocijarme, 
sino únicamente 
en la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo. 
Pues, por medio de ella, 
el mundo ha muerto para mí 
y yo he muerto para el mundo".

Si Cristo hubiera muerto en la silla eléctrica 
para redimirnos, 
en esa silla eléctrica nos regocijaríamos.

Entonces, ¿nos regocijamos 
en un instrumento de muerte?

No. En este caso, la Cruz de Cristo 
es un instrumento de vida.

La Cruz fue el instrumento en el que murió Jesús. 

No se trata de que Jesús murió en la Cruz, 
y ya, todo terminó ahí.

Se trata de que Jesús murió 
para restablecer nuestros lazos con Dios.

¿Y por qué decimos que la Cruz de Cristo es santa?

Por lo mismo que decimos 
que la tierra donde estuvo Jesús es tierra santa.

Por lo mismo que Dios, 
que habitaba en el monte Horeb, 
le dijo a Moisés que se descalzara, 
porque la morada de Dios es tierra santa.

Lo que Dios toca es santo, 
es decir, digno de veneración. 


Gálatas 6,14
1 Corintios 1,18
1 Corintios 1,23
Filipenses 3,18
Éxodo 3,5





jueves, 18 de abril de 2019

JUEVES SANTO: EL TIERNO JESÚS, EL NEFANDO JUDAS


18 abril 2019


EL TIERNO JESÚS

¡Qué expresión tan afectuosa tiene Jesús 
al despedirse de sus discípulos 
en la Última Cena! :

"Hijitos".

Tengamos presente siempre
la inmensa sensibilidad del corazón de Jesús.

(Juan 13,33)


EL NEFANDO JUDAS

Hay quienes tratan de justificar a Judas Iscariote.

Dicen que, al traicionar a Jesús, 
colaboró con el plan de salvación de Dios.
¡Qué colmo! ¡Prácticamente un corredentor!



Esto es creer que 
estamos predestinados a salvarnos
y predestinados a condenarnos.



Esto es negar la libertad del hombre 
para obrar bien o mal.

Esto es atribuirle a Dios 
la responsabilidad de nuestros actos.

Dios sí crea al hombre predestinado a ir al Cielo.

Dios no predestina a nadie a ir al infierno.


(Entendamos así esta palabra "Predestinar": 

procurar, desear, ansiar 
que el destino sea de una manera determinada.
No lo entendamos como imponer forzosamente.
Porque este último significado es aplicable 
a la palabra Destinar.)

Tener aversión voluntaria a Dios,
tener aversión voluntaria a sus reglas para salvarnos,
y persistir en esa aversión,
es lo que nos condena.

La condenación depende de nosotros.

Alfred Nobel inventó la dinamita.

Para fines industriales, de minería y de construcción.

Ésa era la predestinación en la que pensó Nobel.

Pero a otros se les ocurrió 
envilecer ese apetecido anhelo
y aplicar la dinamita 
para hacer guerras, 
para destruir.

Judas era ambicioso.
Y para satisfacer su ambición
no dudó en traicionar.

Judas actuó con plena libertad;

con plena intención de obrar mal.

Que no quepa duda:
Judas es culpable. 
Judas es responsable de traición.

(Catecismo 1037)

Y si Judas no hubiera hecho lo que hizo,
¿Jesús no hubiera cumplido su misión redentora?

Por supuesto que sí.
Otros hubieran sido los procedimientos 
de los enemigos de Jesús 
para aprehenderlo y hacerlo condenar a la cruz. 

¿O sea, Jesús vino al mundo a suicidarse?

San Maximiliano Kolbe.
Era prisionero en Auschwitz, 
el conocido campo nazi de concentración.

Uno de los prisioneros escapó.

Una de las arbitrarias reglas en esta prisión era
que si un prisionero se fugaba,
diez prisioneros tenían que morir.

Pues bien, el alemán encargado
escogió a diez presos 
para encerrarlos en una celda subterránea
hasta que murieran de hambre.

Uno de los escogidos se quejó amargamente:
Dios mío, con esto acaba la esperanza 
de volver a ver a mi esposa y a mis hijos. 

El Padre Maximiliano 
quedó impresionado por este lamento.

Y se canjeó por el preso escogido.

Sabía perfectamente que le esperaba la muerte. 
Y en efecto murió junto con sus otros nueve compañeros.

¿Puede alguien considerar razonablemente 
que la intención de este santo era el suicidio?

¿O que se entregó generosamente a la muerte 
para salvar a un compañero de prisión?

Algo así, pero en medida infinitamente mayor,
fue lo que ocurrió con Jesús.





















lunes, 15 de abril de 2019

NUESTRA SEÑORA DE PARÍS


15 abril 2019

Lunes Santo.

Lunes de tristeza.

Por el incendio de
la catedral dedicada 
a la Reina del Universo, 
a Nuestra Madre : 

La Catedral de Nuestra Señora, en París.


Pero, en medio del desastre, surgió algo bueno.

El Padre Jean-Marc Fournier,
capellán de los bomberos de París,
entró valiente con el primer grupo de bomberos
y rescató al Santísimo Sacramento.
También la Corona de Espinas.