viernes, 3 de enero de 2020

EL SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS


3 enero 2020

La Iglesia celebra hoy el Santísimo Nombre de Jesús.

Jesús significa "Dios Salva"

IHS es un monograma muy conocido.
Es la abreviatura del nombre de Jesús.
Iesus Hominum Salvator.
Jesús, Salvador de los Hombres.

San Bernardo (siglo 12) fue el primero en usarlo.
San Ignacio de Loyola (siglo 16) 
lo adoptó como sello de sus comunicados, 
y llegó a ser el emblema de la comunidad jesuíta.

El nombre Jesús lo llevaron también:

El sucesor de Moisés: Josué, en hebreo Yoshua,
derivado de Yehoshua, en español Jesús

El autor del Libro del Eclesiástico: 
Jesús, hijo de Sirac,

Josué, padre de Er e hijo de Eliécer, 
según la genealogía de Jesús
mencionada por San Lucas

Pero en Jesucristo se cumple en Él mismo 
el significado del nombre en toda su extensión.

Así lo explica el arcángel Gabriel a José:

María, tendrá un hijo, 
a quien pondrás el nombre Jesús, 
y así se llamará, porque 
Él salvará a su pueblo de sus pecados.

Jesús no hacía milagros en nombre de nadie. 
Los hacía en su propio nombre.

"Yo iré y lo sanaré"

Le dijo Jesús al centurión que le pidió curar a su criado.

Los apóstoles hacían milagros, 
pero no en su propio nombre, 
sino en nombre de Jesús.

Como refiere el milagro que obró Pedro 
al curar a un tullido que le pedía una limosna:

"No tengo oro ni plata. Te doy lo que tengo. 
En nombre de Jesucristo Nazareno, 
levántate y anda".

Luego de resucitado, 
se apareció Jesús a los once apóstoles 
y los mandó a predicar el evangelio:

"Estas señales acompañarán a los que crean: 
en mi nombre expulsarán demonios, 
hablarán nuevas lenguas, 
cogerán serpientes con la mano, 
el veneno no les hará daño, 
pondrán las manos sobre los enfermos y sanarán". 

Antes de su pasión, Jesús les dijo a sus apóstoles:

"Todo lo que pidáis en mi nombre 
el Padre os lo dará. 
Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre. 
Pedid y recibiréis".

No cabe ninguna duda de que 

Jesús es el Hijo de Dios.

Juan el Bautista hablando de Jesús a sus discípulos 
lo dijo de modo concluyente:

"Soy testigo de que Él es el Hijo de Dios".


Poco antes de su ascensión, dijo Jesús a sus apóstoles:

"Haced discípulos por todo el mundo, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".

Tras su resurrección, 

Jesús se apareció a sus apóstoles y les dijo:

"Está escrito que en nombre del Mesías 
se anunciará a todas las naciones que se arrepientan,
para que se les perdonen sus pecados"

(Mesías, en hebreo; 

Cristo, en griego; 
Ungido, o consagrado, en español. 
Sólo puede referirse a Jesús.
Así que en nombre del Mesías equivale a 
en nombre de Jesús.)

Pedro habla a los judíos después de recibir el Espíritu Santo en Pentecostés:

"Arrepentíos y bautizaos en nombre de Jesucristo, 
para que sean perdonados vuestros pecados 
y recibáis el Espíritu Santo".

Pablo hablando a los romanos de que 
en el nombre de Jesús morimos al pecado:

"¿No sabéis que quienes hemos sido bautizados 
en el nombre de Jesucristo, 
hemos sido bautizados en su muerte? 
Lo que antes éramos, fue crucificado con Cristo, 
para que el poder de nuestra naturaleza pecadora 
quedara destruido y ya no siguiéramos siendo 
esclavos del pecado".

En las palabras de Pablo encontramos el infinito valor del Santísimo Nombre de Jesús:


"No seáis egoístas, ni orgullosos.Sed humildes. 
Sed considerados. 
No andéis concentrados 
en vuestros propios intereses,
tened en cuenta los intereses de los demás. 
Asumid la misma actitud de Cristo Jesús, 
que no se aferró a su condición de Dios, 
sino que se rebajó a Sí mismo, 
asemejándose a los hombres. 
Y se humilló haciéndose obediente hasta la muerte, 
y muerte de cruz. 
Por eso Dios le dio el máximo honor y le otorgó el 
Nombre Sobre Todo Nombre, 
para que, ante ese nombre, doblen todos las rodillas,
en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, 
y proclamen todos que Jesucristo es Señor, 
para gloria de Dios Padre.




Lucas 3,29
Mateo 1,21
Mateo 8,7
Hechos 3,6
Marcos 16,17
Juan 15,23
Juan 1,34
Mateo 28,19
Lucas 24,47
Hechos 2,38
Romanos 6,3
Filipenses 2,3








miércoles, 1 de enero de 2020

SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS


1 enero 2020

María es Madre de Dios.

Lo dice la Biblia:

María llegó a casa de su pariente Isabel.

Al oír el saludo de María, 
Isabel quedó llena del Espíritu Santo.

Y levantando la voz dijo:

¿Quién soy yo para que vengaa visitarme
la madre de mi Señor ?

Quedar llena del Espíritu Santo 
equivale a recibir sabiduría del Espíritu Santo

Decir "mi Señor" equivale a decir "mi Dios".

Es decir, gracias a la iluminación 
que le dio el Espíritu Santo a Isabel, 
ella reconoció a María como madre de Dios.

Negar que María es madre de Dios es negar la Biblia.

Los protestantes niegan que María es madre de Dios.

Esta herejía nace de otra herejía del siglo 5°:

La herejía de Nestorio, o nestorianismo.

Nestorio era patriarca, obispo, de Constantinopla.

Decía Nestorio:

Cristo tiene dos naturalezas: de Dios y de hombre.

Hasta aquí concuerda con el catolicismo.

Decía Nestorio:

En Cristo hay dos personas distintas: 

Cristo Dios y Cristo hombre.
El Cristo hombre no es Dios,
Dios no se ha hecho hombre.
Dios ha venido a habitar en Jesús,
así como Dios habita en cualquier hombre de bien.


El catolicismo dice:

Cristo es una sola persona con dos naturalezas.

Decía Nestorio:

María es Madre de Cristo hombre, 
pero no es madre de Cristo Dios.

El catolicismo dice:
María es madre de ese Jesús 
que es una sola persona con dos naturalezas, 
la de Dios (naturaleza divina) 
y la de hombre (naturaleza humana).
Por lo tanto, María sí es madre de Dios.

Tal como dice la Biblia.

Los que niegan esta verdad componen esta argucia:

Es una característica de Dios no tener principio.
Pero si María es madre de Dios,
y dio a luz a Dios en el siglo 1° ,
Dios tuvo principio en el siglo 1° ,
Por lo tanto: 
O María no es madre de Dios,
o Jesús no es el verdadero Dios,
es un dios falso,
como los dioses griegos, que tuvieron madre.

El Papa San Juan Pablo 2° explicaba 
en una de sus catequesis de noviembre de 1996:

«¿Cómo puede una criatura humana
engendrar a Dios?

La respuesta de la Iglesia es:
la maternidad divina de María se refiere sólo 
a la generación humana del Hijo de Dios,
y no a su generación divina.

El Hijo de Dios fue engendrado 
desde siempre por Dios Padre; 
y el Hijo de Dios es consustancial con Dios Padre.
[Consustancial: de la misma sustancia, 
de la misma naturaleza.] 
En esa generación divina, 
obviamente María no intervino.

Pero el Hijo de Dios, hace dos mil años, 
tomó nuestra naturaleza humana,
y María lo concibió y lo dio a luz.»


El título de Madre de Dios se remonta a los primeros cristianos.

El concilio de Éfeso (año 431), 
para condenar de tajo la herejía nestoriana,
declaró como dogma la maternidad divina de María:

Quien no admita
que el Emanuel (Cristo) es verdaderamente Dios 
y que, por lo tanto, 
la Santísima Virgen es madre de Dios, 
porque dio a luz según la carne 
al Verbo de Dios hecho carne, 
sea anatema.

(Anatema: excomulgado por blasfemia)















Lucas 1, 41 y 43
http://es.catholic.net/op/articulos/19178/nestorianismo-monofisismo-y-monotelismo.html#modal
https://www.aciprensa.com/noticias/feliz-solemnidad-de-maria-madre-de-dios-47284
Lumen Gentium 66
Catecismo 971
https://ec.aciprensa.com/wiki/Dogma_de_Maternidad_Divina_de_la_Sant%C3%ADsima_Virgen_Mar%C3%ADa