jueves, 11 de junio de 2020

CUERPO DE CRISTO


11 junio 2020

Jueves del Corpus Christi

Importantísima festividad de la Iglesia.

¿Por qué el jueves?

Porque el jueves de la Última Cena, Jesús instituyó el Sacramento de la Eucaristía.

Cuando dijo: 
Esto es mi Cuerpo.
Esto es mi Sangre.

No dijo: Este pan es mi Cuerpo.
Porque el pan dejó de ser pan.

No dijo: Esto representa mi Cuerpo.
Porque no representa el Cuerpo. Es el Cuerpo.

Tampoco es un cuerpo místico o espiritual.
Porque Jesús había dicho que había que comer, en el sentido de deglutir, engullir, tragar.

Esto ocurrió respecto de su Sangre:
Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, les dio la copa diciendo: Tomad y bebed todos de la copa, porque esto es mi Sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. 
                              
No dijo: este vino es mi Sangre. 
Porque el vino dejó de ser vino.

No dijo: esto representa mi Sangre.
Porque no representa su Sangre. Es su Sangre.

Y no era una sangre mística o espiritual, porque dijo en esa ocasión y para siempre: bebed.

No hubo transformación de pan en Cuerpo de Cristo, ni transformación de vino en Sangre de Cristo.

"Transformación" es cambio de forma. Y cambio de forma no hay.

Lo que hay es cambio de esencia, de sustancia. Y se llama transustanciación.

Ceñidos a las palabras de Nuestro Señor y a la enseñanza tradicional de la Iglesia, madre y maestra:

En la Hostia consagrada y en el Vino consagrado en la Misa por un sacerdote, está única e íntegramente el Cuerpo, el Alma, la Sangre y la Divinidad de nuestro Señor Jesucristo.

El mismísimo que anduvo por Nazaret.

La Hostia y el Vino consagrados se mantienen como una oblea de harina y un vino de uva comunes y corrientes. 

Es algo permitido por la infinita inteligencia de Dios y su infinita consideración por nosotros.

Si la Hostia no se conservara como una oblea y el Vino como vino, sino que los viéramos como lo que son, un cuerpo de verdad y una sangre de verdad, no seríamos capaces de obedecer el mandato de Cristo de comer su Cuerpo y beber su Sangre.

Santo Tomás de Aquino dice en el Pange Lingua (Aclama, lengua), canto que compuso para la celebración del Corpus Christi:

Et si sensus deficit, sola fides sufficit.
(Y si los sentidos son deficientes, la sola fe es suficiente.)

Præatet fides supplementum sensuum defectui.
(Preste la fe refuerzo a la deficiencia de los sentidos.)

El error de los sentidos no es algo tan raro.

Si metemos en un estanque de agua un palo hasta la mitad, el palo se ve partido.

Si en una noche despejada vemos la estrella Sirio, no la vemos como es, sino como era hace más de 8 años.

Si oímos un auto acercarse y luego alejarse, el tono va de grave a agudo y luego de agudo a grave; pero dentro del carro, los ocupantes oyen un tono constante.

Cosas de la física (refracción, años-luz, doppler).

Cosas de Dios (para nuestros sentidos una oblea y un vino; pero en realidad Carne y Sangre de Cristo). 

La prueba visible de que la Hostia es Cuerpo verdadero de Cristo la dan los milagros eucarísticos.

Consisten por lo general en que una Hostia consagrada se convierte en carne o en sangre, con todos los componentes biológicos.

No es posible que de una oblea de harina resulte carne o sangre. 

Menos frecuentes, pero también hay milagros eucarísticos en que las Hostias consagradas permanecen frescas a pesar del paso de los años. 


Están equivocadas ciertas sectas que creen que en la hostia hay dos sustancias: sustancia de pan y sustancia de Cuerpo de Cristo.

A esa presencia de dos sustancias la llaman consustanciación

Ya se dijo antes: después de la consagración, la hostia deja de ser hostia y el vino deja de ser vino.



Si Dios puede hacer que de una estatua de yeso  broten lágrimas humanas (la Virgen de Siracusa) o sangre humana (el Señor de Limpias), ¡cómo no va a poder, junto con la intervención (efusión) del Espíritu Santo y por medio del sacerdote, convertir una hostia en su propio Cuerpo!

La estatua sigue siendo yeso. Dios no ha dicho de la estatua: esto es mi cuerpo.

Hay una prueba chocante de la Presencia Real de Jesús en la Hostia y en el Vino consagrados.

Chocante por quienes brindan la prueba.
Y chocante porque ellos creen firmemente en la Presencia Real, mientras que un gran porcentaje de católicos, casi la mitad, no cree en la Presencia Real.

Los satánicos roban Hostias consagradas para profanarlas en sus ritos en honor de satanás.

Para maltratarlas de muchas formas.

Porque saben que están ofendiendo y humillando a Jesús para complacer a satanás.

No roban hostias sin consagrar. 
Ni roban hostias de las sectas 
(luteranas, anglicanas, anabautistas). 

Roban Hostias católicas consagradas en la Santa Misa por el sacerdote.



REFUTANDO A LAS SECTAS

Las sectas dicen que los primeros cristianos no creían en la transustanciación.

La palabra "transustanciación" no existió antes del siglo 11.

Pero la creencia existió desde la Última Cena.

Pablo decía: 
Quien coma del pan o beba de la copa del Señor de manera indigna , comete pecado contra el Cuerpo y la Sangre del Señor. 

Si un pan y un vino corrientes se ingieren en pecado, en nada afectan el estado del alma. 
Pero comer y beber en pecado el Cuerpo y la Sangre de Cristo, es un ultraje al Cuerpo y la Sangre de Jesús.

Sigue diciendo Pablo:
Cada quien debe examinarse a conciencia antes de comer del pan y beber de la copa, porque si come y bebe sin fijarse que se trata del Cuerpo del Señor, come y bebe su propia condenación.

¿No creía desde entonces Pablo que no se trataba de un pan y una copa, sino del Cuerpo y Sangre de Jesús? ¿Y quién le enseñó eso a Pablo? Los apóstoles.

¡Cómo va entonces a decir alguien que en los primeros siglos del cristianismo no había esa creencia!

DOGMAS SOBRE LA EUCARISTÍA

El Concilio de Trento estableció dogmas, que el católico o los cree o queda excomulgado.

Canon 1: Si alguno dice que en la Hostia y el Vino no está Jesús íntegro con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, sino que es un símbolo o representación, queda excomulgado.

Canon 2: Si alguno dice que en la Eucaristía también están las sustancias del pan y del vino junto con las sustancias del Cuerpo y Sangre de Jesús, negando que hubo cambio de sustancia (transustanciación), queda excomulgado.

Canon 3: Si alguno niega que en cada Hostia consagrada o partícula de Hostia consagrada está Jesús íntegramente, queda excomulgado.

(De ahí el grave e inevitable peligro de que, al comulgar en la mano, alguna diminuta partícula de Hostia caiga al piso o quede pegada en la mano.)


Canon 4: Si alguno dice que, acabada la consagración, Jesús está en la Hostia únicamente en el momento de recibir la Eucaristía, pero no está en las Hostias consagradas que sobran y se reservan en el Sagrario, queda excomulgado.

Canon 6: Si alguno dice que a la Eucaristía no se le debe rendir culto de adoración externa, ya sea en forma de festividad, de procesión, de ser expuesto, o dice que sus adoradores son idólatras, queda excomulgado.

Canon 9: Si alguno niega que, con las condiciones adecuadas, se debe comulgar al menos una vez al año en el domingo de Pascua, queda excomulgado.

Canon 11. Si alguno dice que, estando en pecado grave, la sola contrición personal es suficiente y no es necesaria la confesión sacramental antes de acercarse a recibir la Eucaristía (salvo que sea difícil acceder a la confesión), queda excomulgado.




Juan 6,51
Mateo 26,27
1 Corintios 11,27.
Catecismo 1412 y 1413

https://www.infocatolica.com/blog/gobiendes.php/1710281120-transubstanciacion

http://apologeticacatolica.org/Eucaristia/EucaristN02.htm

https://apologeticasiloe.net/Apologetica/EUCARISTIA_expresion_de_amor.htm