viernes, 1 de mayo de 2020

SAN JOSÉ: LO SABIDO Y LO NO SABIDO


1 mayo 2020



Hoy es la fiesta de San José Obrero.

San José nació en Belén.

Descendíente directo de la familia de David.

Si la familia de David hubiera estado gobernando,
San José hubiera sido el rey, no Herodes.

La Biblia lo califica como hombre justo.

Esto indica que se crió como un hombre de bien,
responsable, recto, cumplidor de la ley.

José no era sólo carpintero.
José era constructor en general.

(Tecton, dice la versión bíblica griega. 
El artesano, el que trabaja la piedra, el barro, 
el metal, la madera.
Obrero a secas, obrero raso. No "Arquitecto"  
"Archi", jefe, principal; "Tecton", maestro de obra.)

Los matrimonios los arreglaban los padres.
Era costumbre casarse muy joven.
Con base en esto, 
María debería tener entre 14 y 16 años 
y José entre 18 y 20.

El matrimonio judío tiene dos etapas. 
Kiduchín: formalización del compromiso, 
Nisuín: ceremonia de boda.

Hoy, las dos etapas se suceden seguidas.
En aquella época, entre las dos etapas 
había un intervalo hasta de un año.

En todo caso, desde kiduchín
los jóvenes ya eran esposos en toda la regla.
En ese intervalo, los esposos no vivían juntos 
ni tenían relaciones íntimas.

En ese lapso ocurrió la anunciación 
del ángel a María,
quien aceptó ser la Madre de Dios 
y quedó encinta por obra del Espíritu Santo.

Es absurdo pensar que María le ocultó a José 
un acontecimiento de tanta importancia.

Ocultar algo así es un engaño grave. 
Y, consideradas las virtudes de María, 
inmaculada, sin tacha alguna, 
no cabe más que aceptar 
que un hecho de tanta trascendencia 
no iba María a ocultárselo a su esposo. 


¡Qué modelo de matrimonio sería éste,
en que la esposa comienza 
escondiéndole verdades a su esposo, 
engañándolo!

Veamos el texto bíblico:
Su marido, José, como era justo 
y no quería ponerla en evidencia, 
resolvió separarse de ella en secreto.

Siempre se ha entendido así:
Su marido, José, hombre cumplidor de la ley, 
como no quería denunciar públicamente 
el adulterio de María, 
resolvió abandonarla en secreto.

No puede ser. 
La ley ordenaba denunciar públicamente 
la infidelidad, el adulterio, 
para que fuera apedreada,
como desagravio al esposo engañado.

Es decir, José estaría violando la ley. 
Estaría impidiendo reparar el ultraje cometido.
Así no actúa un hombre justo, cumplidor de la ley.

¿Se equivocó la Biblia llamando "justo" a José?
No. Imposible.

Si María le hubiera ocultado a José su embarazo,
José tampoco hubiera podido saber 
que María estaba embarazada. 
Nadie podría haberle contado 
de una infidelidad inexistente. 
Y con tan pocos días de embarazo, 
a María no se le notaba nada.

Pocos días de embarazo tenía María, 
porque dice San Lucas 
que al 6° mes del embarazo de Isabel, 
ocurrió la anunciación. 
Luego dice San Lucas 
que María se quedó como 3 meses con Isabel, 
dice que Isabel dio a luz 
y dice que María se volvió a su casa.

Así que la única forma de que José supiera 
del embarazo de María, 
fue porque María le contó a José 
muy poco después del anuncio.

José conocía las escrituras.
Conocía las profecías de Isaías.
Ya sabía que el Mesías ( = Salvador) 
sería hijo de una virgen

Y cuando María,
le contó a José el episodio del anuncio del ángel,
José cayó en cuenta de que la virgen profetizada, 
que estaba encinta 
y sería la madre del Mesías
no era otra que su propia esposa.

El problema era

¡Caramba! Me casé con la joven profetizada, 
con la madre del Mesías, 
con la elegida de Dios. 
Ella tiene su misión. 
Y yo voy a ser un obstáculo para el plan de Dios.

Entonces, sobro. 
Este compromiso matrimonial termina aquí.

No puedo darle acta de separación 
alegando no haberla encontrado virgen, 
pues aún no convivimos. 

Podría darle el acta 
alegando que antes de que conviviéramos, 
la vi con otro siéndome infiel. 
Y van a matarla a piedra. 
Pero eso es una calumnia. 
No puedo hacerle eso a María. 

Lo mejor es irme en secreto, sin decir nada, 
y que piensen que la abandoné. 
Y ella queda libre de compromisos conmigo.

Como José era cumplidor de la ley, 
era porque conocía las escrituras. 

En el texto griego en que fue escrito el Evangelio, hay una palabra a la que no se le ha dado 
la importancia que tiene: "gar".

Se utiliza para enfatizar una declaración 
que confirma algo que ya se había mencionado.

"Gar" se puede traducir así: 
"como es ya sabido" , 
"como se sabe ya"
"como ya sabes"

Casi todas las traducciones bíblicas
pasan por alto traducir "gar".



Dice el texto:
José, no tengas miedo de tomar contigo a María,
porque lo que ella ha concebido 
viene del Espíritu Santo. 
Al hijo que ella tendrá, 
tú le pondrás por nombre Jesús.

Traduciendo todas las palabras del texto original: 
José, no tengas miedo de tomar contigo a María, 
porque, como sabes, lo que ella ha concebido 
viene del Espíritu Santo; 
al hijo que ella tendrá, 
tú le pondrás por nombre Jesús.

Sí. 
José conocía las escrituras.
Conocía las profecías de Isaías.
Ya sabía que el Mesías sería hijo de una virgen,
sabía que provenía del Espíritu Santo de Dios,
sabía que era Dios entre nosotros.


Pero el ángel le hace ver a José 
que él no sobra,
que también él hace parte de ese plan de Dios, 
que para él también hay una misión. 
¡Y qué misión! 
Ser custodio de María 
(No temas tomar a María contigo) 
y ser el padre, el custodio de Jesús 
(al hijo de María le pondrás por nombre Jesús), 
pues era el padre quien ponía el nombre al hijo. 

Recordemos que Zacarías, el esposo de Isabel, 
fue quien dio por escrito la última palabra 
sobre el nombre de su hijo Juan (el Bautista).

No. 
En ningún momento desconfió José 
de la fidelidad de María. 

Por pura lógica no cabe más que aceptar que María,
la llena de gracia ante Dios por sus virtudes, 
le contó primero a su esposo José 
sobre el anuncio del ángel y sobre su embarazo. 


Lo que José no sabía 
era su papel de custodio en esta relación 
de María con Dios.
Hasta cuando el ángel se lo comunicó.

Y como era justo, recto, dócil, obedeció sin reparos. 

Y aun con sacrificios, 
siempre cumplió a cabalidad la voluntad divina 
que el ángel le iba revelando.

Toma al niño y a su madre y vete a Egipto. 

Y de inmediato, sin pensarlo dos veces, 
en mitad de la noche, se puso en camino.

El ángel le dijo que regresara, 
pues el peligro para el Niño había pasado, 
ya podía regresar. Y regresó. 
Sin importarle que ya estaba arraigado en Egipto.

Y, prudente, cuidadoso como entendía que debía ser,
no regresó a Jerusalén, jurisdicción de Arquelao, 
hijo y sucesor de Herodes. 
Se instaló en Nazaret, que era otra jurisdicción.

El acento galileo de Jesús lo protegió 
de ser identificado como originario de Belén, 
pues esto podía representar un peligro.

Otro sufrimiento de José, que conocía las escrituras,
fue saber que su hijo iba a padecer como nadie,
pues Isaías describe con crudeza la Pasión.

Además, así como Jesús les contó a sus apóstoles
que tenía que padecer, 
así como Jesús se reveló en la sinagoga 
como el Mesías profetizado por Isaías
Jesús debió de contarles a sus padres con detalle 
(como habla un hijo con sus padres 
cuando quiere desahogarse) 
cómo sus verdugos iban a dejarlo hecho una piltrafa.

José tuvo que vivir muchos momentos de tristeza,
pensando en la forma como maltratarían a Jesús.

Ese muchachito suyo, cálido, apacible, afectuoso, sumiso, trabajador como él, 
a quien cuidó y protegió tanto, 
que era nada menos que Dios encarnado, 
¡ iba a caer en manos de unos burdos patanes ! 


Se cree que José murió antes de que Jesús comenzara su vida pública. 
Los evangelios mencionan a María, 
pero ya no acompañada de José.

Al morir, José tendría 50 años, más o menos.

No. José no es un don nadie, 
ni es el tipo bonachón, débil, sin carácter, sin valor, 
ni es el anciano enclenque de las pinturas piadosas. 

Es el hombre fuerte, valiente, generoso, creyente.
Que no rechazó ni la enorme responsabilidad 
que Dios ponía sobre sus hombros: 
atender, cuidar, proteger con el mayor esmero 
a la madre de Dios y al mismo Dios.

José es el modelo de esposo por excelencia. 
Se santificó en el amor de la familia perfecta, 
de la que le correspondió ser cabeza, 
por gracia divina.

Es el patrono de los hombres 
(el 19 de marzo, festividad de San José, 
se adoptó como El Día del Hombre), 
patrono de los esposos, 
patrono de la Iglesia universal (decreto de Pío 9°), 
patrono de órdenes religiosas y seminarios;
patrono de los trabajadores (decreto de Pío 12), 
patrono contra el comunismo y la relajación moral
(decreto de Benedicto 15)
patrono de la buena muerte 
(¡cómo no serlo, si fue asistido por Jesús y María 
en sus últimos momentos!), 




Mateo 1,18
Mateo 1,19
Deuteronomio 22,21
https://es.glosbe.com/grc/es/%CE%B3%CE%AC%CF%81
Mateo 1,20
Lucas 1,26
Lucas 1,56
Isaías 7,14
Isaías 9,6
Lucas 1,63
Mateo 2,13
Mateo 2,19
Isaías 52,14
Isaías 53
http://www.valoresreligiosos.com.ar/Noticias/por-que-jose-quiso-separarse-de-maria-2426
https://www.youtube.com/watch?v=AgVVYdzbNbQ