domingo, 31 de mayo de 2020

EL ESPÍRITU SANTO: TERCERA PERSONA DE LA TRINIDAD


31 mayo 2020


Hoy es Domingo de Pentecostés.

Celebramos con gran alegría la venida del Espíritu Santo.

Del griego pentecosté, que traduce quincuagésimo

Por ser el día 50 después de la Resurrección de Cristo.


Para los mormones, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres dioses separados.
Padre e Hijo con cuerpos gloriosos de carne y hueso. Espíritu Santo, puro espíritu. Resuelto el misterio.

Para los testigos de Jehová, el Padre es Dios; el Hijo, no es Dios; el Espíritu Santo no es Dios, sino un poder, una fuerza, una energía del único Dios: el Padre. Resuelto el misterio.

Para los católicos, el Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios; cada uno es una persona distinta de las otras dos; y los Tres son un solo Dios. Misterio sublime, que no nos interesa resolver. Primero, porque no es posible para el limitadísimo entendimiento humano abarcar a un Ser Infinito como Dios; segundo, porque la Fe nos basta y nos consuela.

Ni siquiera hemos podido resolver el problema del cáncer o de la gripa o del coronavirus, ni siquiera hemos podido conocer la verdadera naturaleza de un agujero negro, o saber el por qué de ciertos comportamientos de las partículas subatómicas, mucho menos vamos a poder resolver este Misterio Divino.

La Biblia nos dice, de modo inequívoco, 
que el Espíritu Santo es una persona.

Haga usted este ejercicio:


Donde dice "Espíritu Santo"

reemplace las siguientes citas bíblicas 
por "la fuerza", o por "la energía".
A ver si le parece que el Espíritu Santo
no es persona, sino una fuerza o una energía.


El Espíritu Santo os enseñará todas las cosas 
y os recordará todo lo que os he dicho.


El Espíritu Santo será mi testigo 
y vosotros también seréis mis testigos. 


Cuando venga el Espíritu de la verdad,
Él os guiará a la verdad completa.
Porque no hablará por su propia cuenta,
sino que dirá todo lo que oiga,
y os hará saber las cosas que van a suceder.
Él mostrará mi gloria, pues recibirá de lo que es mío
y os lo hará conocer a vosotros.


[Pablo y Timoteo] atravesaron Frigia y Galacia,
porque el Espíritu Santo les había prohibido 
predicar en esa región de Asia. 
Pensaron entrar en Bitinia, 
pero el Espíritu Santo no se lo consintió.


Quienes son guiados por el Espíritu Santo 
son hijos de Dios.


El Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. 
Y ruega a Dios por nosotros 
con voces que no pueden expresarse con palabras.
Dios, que conoce los corazones, 
conoce lo que quiere decir el Espíritu Santo, 
que intercede por el pueblo santo 
conforme a la voluntad de Dios.


Enviados por el Espíritu Santo, 
Pablo y Bernabé se dirigieron a Seleucia,
y de allí a Chipre.


Al Espíritu Santo le ha parecido bien 
no imponeros más cargas de lo necesario.


[Presbíteros de Éfeso,] 
cuidad de toda la comunidad de fieles, 
en la que os ha puesto El Espíritu Santo 
para que defendáis la Iglesia de Dios.


Agabo, uno de los discípulos de los apóstoles, inspirado por el Espíritu Santo, profetizó 
que vendría una gran hambruna por todas partes, 
y así ocurrió en tiempos del emperador Claudio.


Agabo tomó el cinturón de Pablo, 
se ató con él de manos y pies, y dijo: 
"Esto dice el Espíritu Santo: 
Así atarán los judíos en Jerusalén 
al dueño de este cinturón. 
Y lo entregarán a los gentiles". 
(Y así sucedió. Hch 21,33)


(Pedro, llegado de Jope a Jerusalén, 
fue criticado por algunos de los discípulos judíos 
por haber visitado y comido con no judíos. 
Pedro replicó:) 
El Espíritu Santo me mandó que fuera con ellos 
sin vacilar en absoluto.


Estando Bernabé, Simeón, Lucio, Manahén y Saulo
en la iglesia de Antioquía rindiendo culto al Señor, 
el Espíritu Santo dijo: 
"Separadme ahora mismo a Bernabé y a Saulo 
para que vayan a hacer el trabajo al que los he llamado".


El Espíritu Santo le había hecho saber a Simeón 
que no moriría sin haber visto al Mesías, 
el enviado del Señor. 
Guiado por el Espíritu Santo, Simeón fue al templo. Cuando los padres del niño Jesús lo llevaron al templo 
para la presentación que prescribía la ley, 
Simeón lo tomó en brazos y alabó a Dios.

La Biblia nos dice, de modo inequívoco, 

que el Espíritu Santo es Dios.


Un tal Ananías, de común acuerdo con su esposa Safira, 
vendió un terreno de su propiedad.
Escondió una parte del dinero. 
Lo demás lo puso a disposición de los apóstoles.
Pedro le dijo:
"Ananías, ¿acaso no era tuyo el terreno? 
¿Acaso no era tuyo el dinero de la venta
¿Por qué dejaste que satanás te dominara 
y te hiciera mentir al Espíritu Santo 
quedándote con parte del dinero? 
No les has mentido a los hombres; 
le has mentido a Dios".


Os aseguro que a todo hombre le serán perdonados todos los pecados y blasfemias, cualesquiera que sean.
Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo 
nunca tendrá perdón. 
Es más, será reo de condena eterna.


Y dijo Jesús a los fariseos:
"Dios perdonará incluso a quien diga algo contra Mí.
Pero al que diga algo contra el Espíritu Santo, 
Dios no lo perdonará ni en esta vida ni en la otra".

Si el Espíritu Santo no fuera Dios,

¿por qué blasfemar contra el Espíritu Santo
es un pecado castigado con la máxima severidad?


Juan bautizó a Jesús en el río Jordán.
Cuando Jesús salió del agua, Juan vio que los cielos se abrían. Y el Espíritu Santo, en forma de paloma, descendía sobre Jesús.
Y se oyó una voz que bajaba de los cielos: "Tú eres mi Hijo querido, mi predilecto.
Después de esto, el Espíritu llevó a Jesús al desierto. Allí estuvo cuarenta días; y fue puesto a prueba por satanás. Los ángeles servían a Jesús.

La Santísima Trinidad en pleno. Tres personas distintas. Mismo nivel de importancia.



Dijo Jesús a sus apóstoles: "Me ha sido otorgado poder total en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos entre todos los pueblos. Bautizadlos consagrándolos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Menciona Jesús a la Santísima Trinidad. Tres personas distintas. Mismo nivel de importancia.



La gracia del Señor Jesucristo, el amor del Padre y la unión con el Espíritu Santo estén con todos vosotros.

Menciona San Pablo a la Santísima Trinidad. Tres personas distintas. Mismo nivel de importancia.



Dice el libro de Isaías:
Y Dios  habló así al profeta Isaías: Deberás decirle a este pueblo que por más que escuchen no entenderán, y por más que miren no comprenderán. Deberás entorpecerles su mente, taparles los oídos, cubrirles los ojos. Para que así no puedan comprender, ni oír, ni ver. De suerte que no puedan convertirse a Mí para que Yo los sane.

Pablo se dirige a los judíos de Roma:
Bien habló el Espíritu Santo a vuestros antepasados por medio del profeta Isaías ordenándole: Deberás decirle a este pueblo...etc...para que Yo los sane.

Refiriéndose a lo mismo: en el Antiguo Testamento Dios habla; en el Nuevo Testamento el Espíritu Santo habla. 
Resulta evidente que Dios y el Espíritu Santo son uno solo. en la Trinidad.
Así como el Padre y el Hijo son uno solo: El Padre y Yo somos uno solo. 
Los Tres son uno solo en la Trinidad.


Dones del Espíritu Santo

Enseñados por San Pablo:


Conocimiento: deseo de instruirnos en lo que se refiere a Dios.

Fe: confianza en Dios.

Sanación: capacidad de curar en nombre de Dios. dolencias de alma y cuerpo.

Poder para hacer milagros invocando la potestad de Dios.

Profecía: aptitud para predicar sobre Dios, y ocasionalmente anunciar las consecuencias de no acoger las enseñanzas de la predicación.

Discernimiento: distinguir lo que viene de Dios y lo que no.

Hablar en lenguas: hablar de lo relacionado con Dios en el propio idioma y hacerse entender de quien no lo habla como si fuera coterráneo, y viceversa.
Interpretar: penetrar en el significado de lo que se aprende sobre Dios. 


Enseñados por la Iglesia:


Ciencia: deseo de conocer de lo referente a Dios.

Inteligencia: agudeza para entender lo que de Dios se conoce.

Sabiduría: deseo de aplicar, conforme a Dios, lo que de Dios se conoce.

Fortaleza: firmeza en la fe.

Temor de Dios: miedo de apartarse de Dios

Consejo: capacidad de guiar ajustándose a la voluntad de Dios.

Piedad: deseo de mantener un vínculo de afecto, fervor y adoración a Dios


Frutos del Espíritu Santo

Tienen que ver 
con nosotros mismos y con nuestras relaciones con los demás, con el propósito de dar gusto a Dios:


Amor: es la estima desinteresada por el prójimo.

Alegría: trato con agrado.

Paz: sosiego espiritual.
Paciencia: mesura con que, por amor a Dios, se soportan las crisis.

Longanimidad:  desprendimiento, generosidad.

Benignidad: trato bondadoso, bienintencionado.

Mansedumbre: reprimir la ira o el rencor, mostrando una actitud suave sin perder la entereza.

Fidelidad: lealtad, cumplimiento.

Modestia: evitar conductas y tendencias vulgares; y mantener el decoro, guardando a la vez sencillez y consideración.

⧫ 

Continencia: contener en sus justos límites los deleites materiales.

Castidad: renuncia a placeres sexuales por fuera de los principios morales y religiosos.
 
https://mercaba.org/FICHAS/SECTAS/espiritu_santo_es_dios.htm

http://www.ewtn.com/vexperts/showmessage.asp?Pgnu=1&Pg=Forum24&recnu=9&number=637261

Juan 14,26
Juan 15,26
Juan 16,13
Hechos 16,6
Romanos 8,14
Romanos 8,26
Hechos 13,4
Hechos 15,28
Hechos 20,28
Hechos 11,28
Hechos 21,11
Hechos 11,12
Hechos 13,2
Lucas 2,26
Hechos 5,3
Marcos 3,28
Mateo 12,32
Marcos 1,9
Mateo 28,18
2 Corintios 13,13
Isaías 6,9
Juan 10,30
1 Corintios 12,8
Catecismo 1831

https://es.catholic.net/op/articulos/58985/cat/1187/las-virtudes-y-dones-del-espiritu-santo.html#modal

https://es.catholic.net/op/articulos/57658/cat/1075/los-doce-frutos-del-espiritu-santo-en-pentecostes.html#modal