domingo, 30 de agosto de 2020
TOMÁS DE KEMPIS
30 agosto 2020
Su vida
Nació en Kempis (Alemania), en 1380.
Murió a los 91 años, en Zwolle (Holanda), en 1471.
Al igual que su hermano Juan unos años antes, Tomás fue enviado a estudiar a Deventer (Holanda).
Allí, Juan lo incorporó a una comunidad laica llamada Hermanos de la Vida Común. La comunidad tenía una rama sacerdotal.
Con los años, Juan llegó a ser superior de la comunidad.
La meta de esa comunidad era vivir en pobreza, castidad y obediencia, aunque no hacían votos. Y llevaban una vida de humildad, sencillez y devoción intensa. Algunos vivían en su casa, otros en comunidad.
Imitaban a los primeros cristianos. Vendían sus bienes y el dinero lo depositaban en un fondo común. (Hechos 4,32)
Su obra
Se dedicó a copiar manuscritos de los Padres de la Iglesia, un Misal y cuatro veces la Biblia, una de ellas en cinco volúmenes, que se conservan en Darmstadt (Alemania).
El trabajo de copista era de una minuciosidad nada fácil. La caligrafía debía ser impecable. No había lugar a errores. Un error significaba volver a copiar la página entera sin error.
Siguió los pasos de su hermano Juan y pidió ser aceptado en el Convento Agustino.
Fue ordenado sacerdote a los 33 años.
Además de copista, se dedicó a preparar novicios. De ahí, el estilo literario didáctico y sencillo de sus obras:
Crónicas de los Canónigos Regulares del Monte Santa Inés.
La Sabiduría Verdadera.
Sermones a Novicios Regulares.
Oración y Elevación de los Corazones a Dios. Encarnación y Vida de Nuestro Señor Jesucristo.
Vida de Santa Liduina.
Y la obra que lo inmortalizó:
La Imitación de Cristo.
Después de la Biblia, es probablemente el libro con más ediciones en el mundo. Más de 3.100 desde hace 600 años.
Tomás lo dividió en cuatro libros. No lo escribió de un tirón. Sino poco a poco. Durante años. Según su espíritu, santidad y experiencia iban creciendo.
Ha sido el libro de cabecera de santos como
San Ignacio,
San Pío 5° ,
Santa Luisa de Marillac
San Vicente de Paúl,
San Felipe Neri,
Santa Teresita del Niño Jesús,
San Juan Bosco,
San Juan 23.
También del presidente mártir ecuatoriano Gabriel García Moreno.
Mereció que el importante clérigo del siglo 17 Jacobo Bossuet lo calificara como "El Quinto Evangelio".
Hasta el masón Voltaire, impetuoso anticatólico, reconoció los méritos de la obra.
John Wesley, inspirador de la secta metodista, lo leía; y lo hizo publicar en su "Biblioteca Cristiana".
Del libro se ha dicho que "es el libro más hermoso salido de mano humana".
Hay muchos motivos para el éxito de esta obra, entre los que destaca el que los lectores se sientan identificados con las miserias, sueños, debilidades, ideales y luchas, tan comunes a los seres humanos.
Epitafio
Grabado en su tumba en el Convento del Monte Santa Inés:
"En honor, no en memoria, de Tomás de Kempis, cuyo nombre es más duradero que un monumento"
Profanando su huella
No se sabe quiénes ni con qué fines han inventado la farsa de que en el interior de su ataúd fueron encontradas marcas de uñas, indicando que fue enterrado vivo.
En varias publicaciones aparece como hecho cierto, para explicar por qué no ha sido canonizado este beato.
Pues, dicen los fanáticos del escándalo, un santo en tales circunstancias no rasguñaría desesperadamente su ataúd, sino que aceptaría gustoso morir así para encontrarse con Dios.
Frases
No eres más porque te alaben. No eres menos porque te critiquen. Lo que eres a los ojos de Dios, eso eres y nada más.
He buscado el sosiego en todas partes. Solamente lo he encontrado sentado en un rincón apartado, con un libro en las manos.
El conocimiento humilde de ti mismo es un camino más seguro hacia Dios que el conocimiento de la ciencia.
Si cada año nos arrancáramos un vicio, pronto llegaríamos a ser perfectos.
El hombre propone y Dios dispone.
La costumbre con la costumbre se vence.
Si te parece que sabes mucho y entiendes mucho, ten por cierto que es mucho más lo que ignoras.
No confíes en tus sentimientos, porque sean los que sean ahora, muy pronto habrán cambiado.
Prepárate para la batalla si quieres conseguir la victoria. Sin esfuerzo no hay paz. Sin lucha no hay victoria.
Por arrogantes y presumidos se han extraviado muchos, llegando a veces a padecer ceguera incurable.
Las desviaciones de los sentidos e inquietudes del corazón nacen de los deseos desordenados y de los temores infundados.
La serenidad no es estar a salvo de la tormenta, sino encontrar la paz en medio de ella.
Queremos que los demás sean perfectos, pero no enmendamos nuestros defectos. Queremos corregir a los otros, pero no corregirnos nosotros
Quien no evita los defectos pequeños, poco a poco caerá en los grandes.
Cristo tuvo adversarios y calumniadores, ¿y tú quieres tener a todos por amigos y bienhechores?
Cuando llegue el día del juicio, no se nos preguntará cuánto sabemos, sino cuánto bien hemos hecho.
¿Quién tiene mayor combate que el que se esfuerza en vencerse a sí mismo?
La gloria del mundo siempre va acompañada de tristeza.
La sabiduría no sirve de nada si Dios no la dirige.
Todos los hombres recomiendan paciencia, aunque pocos están dispuestos a practicarla.
El hombre que aprecia todas las cosas como son, no como las juzgan y valoran los demás, está lleno de la sabiduría de Dios más que de los hombres.
Muy pronto se vence al enemigo de fuera cuando el hombre interior está entero.
No hay hombre en el mundo sin tribulación o angustia, aunque sea rey o Papa.
No dependa tu paz de la palabra de los hombres, pues hablen de ti bien o mal, no serás por ello diferente.
Lo que está fuera de tu vista, pronto estará fuera de tu comprensión.
Dios mío, Amor mío, Tú todo mío, yo todo tuyo.
https://www.corazones.org/santos/tomas_kempis.htm#La_Imitaci%C3%B3n_de_Cristo__
https://www.ewtn.com/spanish/saints/Tom%C3%A1s_de_Kempis.htm
https://proverbia.net/autor/frases-de-thomas-de-kempis
Leer la Imitación de Cristo
http://www.santorosario.net/espanol/imitacion.htm