24 diciembre 2020
¡Feliz cumpleaños, Jesús!
Microquinerismo maternofetal
La unión entre Jesús y María es total.
Tanto que las células de Cristo permanecen siempre en el cuerpo de María.
Como la de cualquier hijo con su madre.
La madre recibe células de su bebé.
Células distintas de las células de la madre.
Las células del Niño Dios no nacido pasaron al torrente sanguíneo de la Santísima Virgen y ahí permanecieron durante toda su vida terrena... y es bastante probable que aún formen parte de su cuerpo, pues Ella fue llevada al Cielo en cuerpo y alma.
La doctora Kristin Marguerite Collier, profesora de medicina en la Universidad de Michigan, explica que las madres son para siempre portadoras de células remanentes de sus hijos.
Por tal tazón, la presencia de Cristo en María, y de María en Cristo, no es sólo a nivel teológico, sino también celular.
La gestación crea entre madre e hijo un vínculo de entrega y de protección mutua.
La placenta es el único órgano del cuerpo que es producido por dos personas distintas: madre e hijo.
En la formación de la placenta, las células que provienen del embrión descienden a la pared uterina de la madre.
A la vez, las arterias espirales del útero materno se enganchan al embrión.
La placenta permite a la madre dar el sustento a su hijo.
Las células del feto que cruzan la placenta, cuando se incrustan en diferentes tejidos de la madre, pueden empezar a comportarse como el tejido que tienen a su alrededor.
Por ejemplo, las células del embrión que se incrustan en los senos se comportan como células mamarias y ponen en marcha la lactancia.
Las células del embrión que se incrustan en la zona de una cesárea, ayudan a sanarla luego de producido el parto.
Estas células fetales ayudan a la madre en procesos fisiológicos muchos años después del embarazo.
Las células fetales han contribuido en la reparación del corazón de madres con enfermedades cardiacas.
Se han documentado regeneraciones parecidas en otros órganos, como el hígado, el riñón y hasta el cerebro, y pueden prevenir la aparición del Alzheimer y otras enfermedades cerebrales.
Se ha encontrado que las células fetales han ayudado a detener las células cancerosas.
Se ha observado que las células embrionarias pueden reforzar el sistema inmune de la madre, para detener el crecimiento de tumores.
Las células que pasan de la madre al hijo tratan de reparar tejido dañado en el páncreas de niños diabéticos.
En otras palabras, la madre da la vida al hijo a través de su cuerpo. El hijo "le da las gracias" a la madre por haberlo acogido.
https://www.religionenlibertad.com/ciencia_y_fe/576899938/madre-dios-microquimerismo-jesus-maria-celulas.html
https://www.bebesymas.com/salud-de-la-madre/microquimerismo-fetal-celulas-bebe-pasan-a-madre-ayudan-a-reparar-sus-organos