2 octubre 2020
Significado
Ángel: mensajero, servidor, en latín y griego.
Dogma
La existencia de los ángeles es una verdad de fe.
Tanto la Biblia, como la Tradición (dos de los tres pilares del catolicismo) no dejan duda de la existencia de los ángeles.
Y el magisterio de la Iglesia (el tercer pilar) al respecto, ha sido inmutable desde su Fundador respecto de la existencia de los ángeles.
El Credo, compendio de nuestra fe, dice:
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Qué son. Qué hacen.
El Catecismo enseña:
Los ángeles son las criaturas que rodean a Dios en el Cielo.
Contemplan constantemente el rostro del Padre, que está en los cielos. (Mateo 18,10)
Cumplen sus órdenes y están listos a obedecerlo (Salmo 103,20).
Son personas, pues tienen inteligencia y voluntad. Pero son personas espirituales. No están sujetos al tiempo; son inmortales (Lucas 20,36).
Superan en perfección a cualquier criatura visible. Como se ve en el resplandor de su gloria (Daniel 10,5).
Los ángeles le pertenecen a Cristo. Cristo es su centro (Mateo 25,31).
Porque fueron creados por Cristo y para Cristo (Colosenses 1,16).
La Biblia no dice cuándo fueron creados.
Pero los ángeles ya existían cuando Adán y Eva fueron tentados por satanás, que era uno de los ángeles del cielo y se convirtió en un ser infernal.
Jesús dice que lo vio caer del cielo con la rapidez de un rayo (Lucas 10,18)
Y cuando Adán y Eva fueron expulsados del paraíso, los ángeles cerraron la entrada (Génesis 3,24).
Es decir, su intervención en las vidas humanas se produce poco después de creado el hombre.
E intervendrán cuando sea el tiempo del juicio final, cuando separarán a los buenos de los malos (Mateo 13,49).
Pero su participación ha sido desde muy antiguo para protección de los hombres.
El Ángel de la Guarda en la Biblia
La creencia en el Ángel de la Guarda, o ángel personal, se basa en la Biblia.
Ya que has hecho de Dios tu refugio y tu protección, Él ordenará a sus ángeles que te cuiden por dondequiera que vayas (Salmo 91,11).
Esto dice el Señor: «Enviaré mi ángel delante de ti, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que te he preparado. Respétalo y obedécelo. No te le resistas porque él actúa en mi nombre. Y no perdonará tu rebeldía. Si obedeces, seré enemigo de tus enemigos, y me opondré a quienes se te opongan (Éxodo 23.20).
No irrespetéis a ninguno de estos pequeños, pues sus ángeles en el Cielo ven continuamente el rostro de mi Padre (Mateo 18,10).
La creencia en el ángel de la guarda era muy fuerte entre los primeros cristianos.
San Pedro estaba en una cárcel y encadenado.
Un ángel lo liberó.
Pedro fue a la casa de unos cristianos y llamó a la puerta.
Una joven viendo que era él, avisó a todos. No le creyeron, pues sabían que era imposible que Pedro, sujeto con cadenas en una cárcel, estuviera allí. Y le dijeron a la joven:
¡Estás loca! No es Pedro. Es su ángel. (Hechos 12,15)
Consejos
San Bernardo, siglo 12, dejó escrito respecto del Ángel de la Guarda:
Respetemos su presencia.
Agradezcamos sus favores.
Confiemos en su ayuda, más poderosa que los demonios y que nuestras pasiones.
Conclusión
Tengamos siempre presente:
Nadie está solo; en ningún momento está solo.
Catecismo 325 a 336
https://www.ewtn.com/Spanish/Saints/Angeles_de_la_Guarda.htm