jueves, 26 de mayo de 2022

PREPARACIÓN PARA LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO

 27 mayo 2022 





Novena

Faltan nueve días para la celebración de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo.

Rezarle una novena al Espíritu Santo no sólo es un justo acto de piedad con ese Gran Desconocido, ese Gran Olvidado.
Dios como el Padre y el Hijo.


Única ordenada por un Papa

León 13 así lo dispuso de modo terminante en la encíclica Aquella Divina Misión (Divinum Illud Munus):

En el número 16, párrafo 1 dice:

Decretamos y mandamos que, en todo el mundo católico, en este año (1897) y siempre en el futuro, antes de la fiesta de Pentecostés se rece la novena al Espíritu Santo en todas las parroquias, templos y oratorios. 

No hay unas oraciones definidas o preestablecidas para la novena. 
Por lo cual, se puede usar cualquier devocionario que contenga la novena.


Única con indulgencia

Recordemos: la indulgencia no perdona ningún pecado mortal. Los pecados son perdonados en el confesionario.

La indulgencia perdona pecados veniales o disminuye la pena que conllevan los pecados.

Hablar de pena es hablar de que los pecados manchan el alma. 
Nada manchado entra en el Cielo. 
La mancha se lava en el Purgatorio. 
El Purgatorio es la pena que debe sufrir el alma antes de entrar en el Cielo.

Las almas del Purgatorio ya tienen segura su salvación, ya están salvadas. Sólo que deben borrar sus manchas antes de entrar en el Cielo.

Las únicas almas sin salvación posible son las que no quisieron arrepentirse antes de morir en pecado mortal y se condenaron en el infierno. En tal caso, ya no hay indulgencia que valga para salvarla. 

Mienten los no católicos al decir que Lutero se rebeló porque la Iglesia, al vender indulgencias, vendía la salvación.

El concepto de indulgencia siempre lo ha tenido muy claro la Iglesia.

Por lo tanto, no podía vender la salvación de un alma del Purgatorio, porque esa alma ya estaba salvada. Sólo que se le están quitando las impurezas antes de entrar en el Cielo.

Habiendo recordado el concepto de Indulgencia, volvamos a la Indulgencia que se obtiene rezando la novena al Espíritu Santo.

La encíclica mencionada, número 16, párrafo 2, dice:

Siete años de indulgencia (rebaja de pena) por rezar la novena completa. 40 días de indulgencia adicionales por cada día que recen la novena en grupo en el templo. 

Indulgencia plenaria (rebaja total de pena) para quienes, además de rezar la novena, en uno cualquiera de los nueve días se confiesen, comulguen y recen por el Papa 

(Los que estén justificadamente impedidos para ir al templo a rezar la novena en comunidad, pueden rezarla en privado. Pero, para recibir indulgencia plenaria, sí deben confesarse, comulgar y rezar por el Papa).

La indulgencia sólo se puede aplicar a sí mismo o a un difunto. Una persona viva no puede pedir indulgencia por otra persona viva.


Primera en la historia

La novena al Espíritu Santo es la primera novena del mundo cristiano, rezada por la Virgen y los apóstoles. 
(Hechos 1,14)

https://www.infocatolica.com/blog/delapsis.php/1805100448-7-cosas-que-conviene-saber-so

https://www.vatican.va/content/leo-xiii/es/encyclicals/documents/hf_l-xiii_enc_09051897_divinum-illud-munus.html