14 abril 2022
DEFENSORES DE JUDAS ISCARIOTE
Esto dicen:
Gracias a la traición hubo salvación.
Judas comprendió lo que los demás apóstoles no:
La misión redentora de Cristo.
Por eso Judas era el apóstol favorito de Jesús.
Tanto que Jesús le confió la misión de traicionarlo.
Para que se cumpliera la Escritura:
El que come conmigo se ha vuelto contra mí. (Salmo 41,9)
Esto argumentan los defensores de Judas, basados en el Evangelio de Judas.
Una copia en copto de ese evangelio fue hallada en 1970.
Copia que data del año 180.
Y de ella dicen los defensores que a su vez es copia de su original griego, de la misma época de los cuatro evangelios.
Pero no hay referencias a ningún original griego en ningún lado.
En el siglo 2° abundaban los escritos gnósticos tratando de contrarrestar las enseñanzas cristianas.
Ya San Pablo había alertado:
Inclusive, de entre vosotros mismos se levantarán algunos que enseñarán mentiras para que los sigan. (Hechos 20,30)
JUDAS NO ESTABA PREDESTINADO A SER TRAIDOR
Jesús sabía desde el principio quién lo iba a traicionar. (Juan 6,64)
Pero, una cosa es saber y otra cosa es predestinar.
Dios no puede crear a alguien para que obre el mal, porque contradice su naturaleza.
Judas no había sido elegido por Dios para ser traidor.
Judas era libre de obrar bien o mal.
Los pasajes lo demuestran:
Jesús reunió a sus doce discípulos y les dio poder y autoridad para expulsar demonios y curar enfermedades. Los envió a anunciar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. Fueron ellos por todas las aldeas anunciando anunciando la buena noticia y sanando enfermos. (Lucas 9,1)
Ustedes, que me han seguido, se sentarán en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. (Mateo 19,28)
Algunos usan la siguiente cita para hablar de que Dios le tenía marcado el destino a Judas:
Padre, mientras estaba con mis discípulos, Yo los protegía en tu Nombre porque me los diste. He cuidado de ellos y ninguno se ha perdido, excepto el que ya estaba perdido, para que se cumpliera la Escritura. (Juan 17,12)
Pero omiten estas citas:
A los que vienen a Mí, no los apartaré de mi lado. (Juan 6,37)
El Señor no quiere que nadie se pierda, sino que se convierta a Él. (2 Pedro 3,9)
Volveos a Mí, y Yo me volveré a vosotros. Os lo aseguro. (Zacarías 1,3)
Yo os digo: "Volveos a Mí, que Yo me volveré a vosotros". Pero vosotros contestáis: "¿Por qué hemos de volvernos a Ti?" (Malaquías 3,7)
Fue la dureza de corazón de Judas la que lo hizo un perdido.
Y lo que se cumplió de la Escritura no fue que Judas habría de perderse, sino que uno de los amigos de Jesús lo traicionaría. (Salmo 41,9)
Dios no es culpable de la perdición de Judas, sino el propio Judas, que decidió vivir para sí mismo y no para Dios.
JUDAS: INNECESARIO PARA NUESTRA REDENCIÓN
Con Judas o sin Judas, la crucifixión y muerte de Jesús se hubieran producido.
A Jesús ya lo tenían entre ojos para darle muerte.
Usar a Judas era una de las varias
posibilidades de capturar a Jesús.
JUDAS, EL CANALLA
Ya vimos que Jesús trató a Judas como a los otros once apóstoles.
Tal vez mejor.
Mateo, cobrador de impuestos, sabía de manejo de dinero.
Pero Jesús escogió a Judas.
No lo escogió porque fuera inclinado a obrar mal.
Dios no puede actuar con malicia.
Jesús escogió a Judas muy probablemente por su habilidad para el manejo del dinero.
Pero, una vez a cargo del dinero, Judas se envileció.
¿No los escogí a ustedes doce? Pero uno de ustedes es un diablo. (Juan 6,70)
Judas usaba la vieja táctica de escudarse en los pobres para robar:
Jesús fue a casa de Lázaro. Durante la cena, María perfumó los pies de Jesús con un perfume muy caro: 300 denarios (equivalentes a 300 días de salario de un obrero, como se deduce de Mateo 20,1).
Judas protestó: Este perfume se ha debido vender para ayudar a los pobres.
Pero no era porque le importaran los pobres. Sino porque era un ladrón, y robaba de la bolsa de dinero que tenía a su cargo. (Juan 12, 1-7)
Mientras a la hermana de Lázaro le parecía lógico que para el Señor lo mejor,
para Judas (que nunca llamó Señor a Jesús, sino Maestro) fue un despilfarro.
Cada quien valora a Dios según lo que represente para cada quien.
Judas tenía su corazón puesto en su dios dinero. Robó de lo que recibían los apóstoles y Jesús para su sustento (Lucas 8,3) y vendió a Jesús.
Rechazó a Jesús y cayó en poder del diablo.
Cuando llegaron al cenáculo para la Última Cena, el diablo ya había metido en el corazón de Judas la idea de traicionar a Jesús. (Juan 13,2)
En la Última Cena, Jesús mojó el Pan en el Vino y se lo dio a Judas. En ese momento, satanás entró en el corazón de Judas. (Juan 13,27)
DESTINO DEFINITIVO DE JUDAS
Nadie lo sabe. Pero estos pasajes son muy reveladores:
El Hijo del Hombre debe recorrer el camino que dicen las Escrituras, pero ¡pobre de aquél que lo va a traicionar! Más le hubiera valido no haber nacido. (Mateo 26,24)
El Libro de Hechos refiere:
Pedro se dirigió a los discípulos para escoger el reemplazo del traidor: Señor, Tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a quién has elegido entre Barsabás y Matías para que sea tu apóstol en vez de Judas que dejó de serlo por su pecado, cuando se fue al lugar que le correspondía.(Hechos 1,24)
TRAICIÓN INTENCIONAL
El acto de traición de Judas no fue un acto impulsivo, no fue impensado,
no fue involuntario.
Fue premeditado, fue planeado.
Judas comenzó a buscar el momento más oportuno de entregar a Jesús. (Mateo 26,16) (Lucas 22,6) (Marcos 14,11)
EL PRECIO DE JUDAS
30 monedas de plata le dieron los sacerdotes a Judas por traicionar a Jesús.
Que era una suma de poco valor se desprende del relato de Zacarías.
Zacarías predicaba dando a conocer a Dios.
Pero a la gente poco le importaba.
Zacarías terminó por exasperarse. Y les dijo:
Si de algo vale lo que les he dicho de Dios, páguenme; si no, no me paguen.
Y le dieron 30 monedas de plata.
Dios le dijo a Zacarías:
¡Vaya precio el que me han puesto! Arroja esas monedas en la caja de ofrendas del templo. (Zacarías 11,12)
30 monedas de plata era la sanción que se imponía al dueño de un buey que embistiera a un esclavo. (Éxodo 21,32)
EL BESO DE JUDAS
El beso era (y es) un saludo de amistad.
Judas lo usó para traicionar.
(Mateo 26,49) (Marcos 14,45) (Lucas 22,48)
Reflejando su bajeza, hipocresía y perversión.
CONCLUSIÓN
Si Judas hubiera sentido que estaba cooperando para que se cumpliera la misión de Jesús, no habría recibido dinero por la traición, ni se hubiera suicidado por la desesperación de haber actuado mal.