lunes, 13 de mayo de 2019

VIRGEN DE FÁTIMA Y ENSEÑANZAS OLVIDADAS


13 mayo 2019

102 años de las Apariciones de Nuestra Señora 
en Fátima (Portugal) a tres niños pastores:
Los hermanos Jacinta y Francisco, y su prima Lucía.

Lucía ve a la Virgen, la escucha y le habla.
Jacinta ve a la Virgen y la escucha.
Francisco la ve.

Primera
Domingo, 13 de mayo de 1917.

La Virgen confirma tres enseñanzas de la Iglesia.

La importancia del Rosario. 

Que dispone al alma para alcanzar el Cielo. 
Dijo la Virgen: 
"Francisco irá al Cielo. 
Pero debe rezar muchos Rosarios"

Como remedio para situaciones difíciles.
En ese tiempo, estaba en curso 
la Primera Guerra Mundial.
Dijo la Virgen:
"Rezad el Rosario todos los días, para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra"


La existencia del Purgatorio.
  
Lucía pregunta por Amelia, una joven de 16 años, conocida suya, que hacía poco había muerto.
Dijo la Virgen:
"Amelia estará en el Purgatorio hasta el fin del mundo"

La comunión de los santos.

Es decir que unos podemos rezar u ofrecer sacrificios por la salvación de otros.
La Virgen predice a los niños que van a sufrir. 
Y les pide que ofrezcan sus sufrimientos 
por la conversión de los pecadores.

Sólo el padre de Jacinta y Francisco les cree. 
Los demás se disgustan con los niños 
o se mofan de ellos. 

El párroco cree que no son cosas de Dios, 
sino del diablo. 

Y todo esto hace sufrir a los niños.



Segunda
Miércoles, 13 de junio de 1917.

Insiste la Virgen en el rezo del Rosario, 
y les enseña la oración al final de cada misterio:

Oh, mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, 
líbranos del fuego del infierno, 
lleva a todas las almas al Cielo, 
especialmente a las más necesitadas 
de tu misericordia.

Abre sus manos. 
Y delante de su mano derecha, 
aparece el Corazón de María rodeado de espinas.

Dice Lucía que ella y sus primos
entendieron que las ofensas a Dios
son espinas que se clavan en el Corazón de María.



Tercera
Viernes, 13 de julio de 1917. 

La Virgen nos invita a darnos cuenta de que 
algunos males sirven para acercarnos a Dios.  

Lucía le pide a la Virgen 
la curación de un joven paralítico.
La Virgen se niega. 
Y pide a Lucía que le digan al joven 
que frecuente el rezo del Rosario.

Lucía le transmite a la Virgen 
el deseo de una mujer enferma 
de que Dios se la lleve al Cielo de una vez.
La Virgen le manda decir 
que su enfermedad tiene un propósito. 
Y que Dios la llevará al Cielo 
cuando Él lo juzgue adecuado.

Luego la Virgen corrobora 
que el infierno existe 
y que no está vacío.

Permite que los pastorcitos vean el infierno, 
sus horrores 
y la multitud de pecadores que se precipitan en él.

Y seguidamente la Virgen ratifica 
las palabras del arcángel San Gabriel 
en la Anunciación, 
que hacen parte del Avemaría: 
El Señor es contigo
Ese vínculo especial con que Dios ha querido distinguir a la Virgen.

¿Cómo las ratifica? 
Diciéndoles a los pastorcitos que,
para facilitar que las almas se salven del infierno,
"Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón".

La Virgen corrobora otra enseñanza de la Iglesia: 
O abandonar una mala vida, o sufrir castigo.
Por eso añade La Virgen que, 
si la humanidad no deja de ofender a Dios, 
vendrá una guerra peor.

Con su delicada franqueza, la Virgen previene 
contra ciertas creencias, ideologías y políticas.
Paganas, laicistas, ateas, demagógicas.  
Que, para atraer partidarios, engañan. 
Predicando que el hombre 
es el centro de sus intereses. 
Y dejan a Dios de lado,
o lo utilizan por oportunismo, 
no por fe y convicción.

Por eso la Virgen dice en esta tercera aparición 
que grandes males se evitarán 
si el Papa consagra Rusia 
al Inmaculado Corazón de María, 
y si los fieles comulgan dignamente  
los primeros sábados del mes 
en reparación de los pecados del mundo.

Si se hace así, 
Rusia se convertirá y habrá paz.

Si no se hace así, 
Rusia esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Gente buena será martirizada. 
El Papa sufrirá mucho. 
Naciones enteras serán aniquiladas. 

"Al final, mi Corazón Inmaculado triunfará".

"El Papa hará la consagración de Rusia". 
"Rusia se convertirá". 
"Habrá un tiempo de paz".

"En Portugal se conservará siempre 
el dogma de la fe."

Y hubo otra visión. 
Un ángel con una espada de fuego, 
como si fuera a incendiar el mundo. 
El ángel gritó tres veces: "¡Penitencia!". 
Las llamas se apagaban al contacto de la Virgen. Después apareció Dios como una luz muy brillante. Luego, vieron al Papa con su sotana blanca. 
Y a varios obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas,
subiendo una montaña escabrosa, 
coronada por una gran cruz tosca. 
El Papa, con paso tembloroso y vacilante, 
atravesó una ciudad en ruinas. Se veía triste. 
Rezaba por los difuntos tendidos en el camino. 
Al llegar a la cima, se postró ante la cruz. 
Y fue muerto a flechazos y balazos 
por un grupo de soldados. 
Igual les ocurrió a los obispos, sacerdotes, 
religiosos, religiosas y varios seglares. 
Bajo la cruz había dos ángeles 
recogiendo en jarras de cristal 
la sangre de los mártires 
y esparciéndola sobre las almas 
que se aproximaban a Dios.  

Y por último, la Virgen les dice a las niñas 
que a Francisco y a nadie más le pueden contar 
lo que Ella dijo referente al infierno (primer secreto);
referente al fin de la primera guerra, a la posibilidad 
de una segunda guerra 
y a la amenaza de Rusia (segundo secreto). 
Y que la última visión (tercer secreto) 
también debería quedar en secreto.

Por orden del obispo de Leiría, 
Lucía escribió los secretos 25 años más tarde. 
Del tercero, ha habido muchas interpretaciones diferentes.

(La conversión de Rusia no significa
conversión al catolicismo. 
Significa que dejará de promover guerras y exterminios.)
(Naciones aniquiladas fueron Letonia, Lituania, Estonia y los países que formaron la Unión Soviética.)
(El dogma de la fe se refiere a Cristo y la Iglesia que Cristo fundó, única, verdadera, fuera de la cual no hay salvación, excepto por ignorancia invencible o inevitable.)
("Penitencia" se refería a castigo.)



Cuarta
Domingo, 19 de agosto de 1917.

No fue el día 13. 
Los niños fueron encarcelados los días 13, 14 y 15
por el alcalde anticatólico del lugar,
para que se asustaran y dijeran que todo era falso.
Se asustaron, pero no se retractaron.

El día19, Francisco, Lucía y su hermano Juan
cuidan las ovejas. 
No esperan a la Virgen. 
Como a las 4 de la tarde, 
sienten que la Virgen vendría. 
Y mandan a Juan a llamar a Jacinta.

Llega Jacinta. La Virgen aparece.
Les pide que participen 
en la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario.
Y que las ofrendas en dinero de la gente 
se destine a levantar una capilla 
en el lugar de las apariciones.

Lucía pide la curación de algunos enfermos.
La Virgen le dice que a unos sí, a otros no.

La Virgen les pide que recen mucho.
Y que hagan sacrificios por los pecadores.
Pues muchos van al infierno
porque no hay quien haga sacrificios por ellos.

(¡Atención! 
La salvación de otros puede depender de nosotros.
Lo dice la Virgen. Nos debe importar.)

Quinta
Jueves, 13 de septiembre de 1917

La Virgen anuncia un milagro para octubre.

Les comunica cuán complacido está Dios
por su generosidad de hacer sacrificios
para la conversión de los pecadores. 

Pero les pide que por la noche descansen 
y se quiten de la cintura las cuerdas de sacrificio.

Lucía le pregunta a la Virgen 
si habrá curación para determinados enfermos. 
La Virgen responde que sólo para algunos,
pues Dios sabe que los demás, una vez curados,
volverán a su vida de pecado.

Sexta
Sábado, 13 de octubre de 1917 

Llueve a torrentes.
Una gran multitud espera empapada.
Unos dicen que 40.000 personas.
Otros dicen que 70.000.
Otros, que 100.000.

Aparece la Virgen.
Pide una capilla en su honor.
Anuncia el fin de la guerra.
Y especifica su advocación:
"Soy la Señora del Rosario".

Lucía le dice que hay muchas peticiones.
La Virgen dice que a algunos se las cumplirá,
que a otros no,
pero que todos deben rehacer sus vidas
y pedir perdón por sus pecados.

Y la Virgen, con tristeza, hace un pedido:

"No ofendan más a Nuestro Señor,
que ya ha sido demasiado ofendido"


La Virgen se va elevando hacia las nubes negras.
Cesa de llover.
De entre las nubes negras, sale el sol.
Se puede ver sin que moleste los ojos.
Parece un disco de plata.
Se mueve como un péndulo. Gira. Tiembla.
Los testigos lo describen como "la danza del sol".
Despide rayos de diferentes colores.
Queda quieto un momento.
Y luego se precipita sobre la tierra.
La gente teme por su vida. Grita. 
El fenómeno dura 10 minutos.
Gente a varios kilómetros también lo ve.
Las ropas, antes empapadas, ahora están secas.  
Los niños, por su parte, ven algo más.
A un lado del sol ven a la Virgen del Rosario, 
de azul y blanco, y, junto a Ella, a San José, 
sosteniendo con el brazo izquierdo al Niño Dios.
San José y el Niño bendicen al mundo.

Luego, Lucía ve a Nuestro Señor vestido de rojo,
como el Divino Redentor, bendiciendo al mundo, 
y junto a Él, a Nuestra Señora de los Dolores, 
con su túnica púrpura, 
pero sin la espada clavada en su Corazón.

Finalmente, Lucía ve a la Virgen del Carmen, 
con su túnica marrón.

Estas apariciones nos invitan a dar la batalla final contra satanás, practicando no sólo la devoción 
a Nuestro Amo, presente en el Sacramento del Altar,
sino también estas devociones:
El Inmaculado Corazón de María,
el Santo Rosario,
el Escapulario,
San José.  


http://webcatolicodejavier.org/VFapariciones.html
https://www.corazones.org/maria/fatima/apariciones_nuestra_senora_fatima.html
https://moimunanblog.com/2016/06/25/el-dogma-de-la-fe/
Catecismo 847.
https://www.proyectoemaus.com/el-olvidado-papel-de-san-jose-en-las-apariciones-de-fatima/