domingo, 16 de julio de 2017

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN


16 de julio

Monte Carmelo
Allí reunió el profeta Elías a 450 sacerdotes del dios Baal. Les hizo construir un altar. Sobre el altar pusieron un buey. Invocaron a Baal. Pero Baal no apareció.
Elías construyó un altar. Sobre el altar puso un buey. Invocó a Dios. Dios consumió con fuego el altar.
Los seguidores de Baal se convirtieron a Dios.
(Elías es la forma griega de decir el nombre hebreo Eliya  que significa Mi Dios es Yavé. De ahí que la forma correcta del nombre de Dios no es Yehová o Jehová, sino Yavé.)
En el Monte Carmelo vivieron desde entonces ermitaños que dedicaban su vida a Dios.
Hacia el siglo 12, de Occidente llegaron ermitaños europeos que consagraban su existencia a Dios. Eran muy devotos de la Virgen. Construyeron allí un monasterio y una iglesia dedicada a Nuestra Señora del Monte Carmelo. Con ellos fundó San Bertolo la Orden del Carmelo.en el siglo 12. Los monjes de esta orden eran conocidos como carmelitas.
San Simón Stock era el superior de los carmelitas en Inglaterra.
El 16 de julio de 1251, estaba rezándole a la Virgen para que velara por la comunidad carmelita.
Se le apareció entonces la Virgen. Vestía hábito de carmelita. Tenía al Niño Dios en brazos. En su mano sostenía un escapulario, que le entregó a San Simón Le prometió que quien lo llevara, no moriría sin recibir el auxilio postrero necesario para salvarse de la condenación eterna.
El escapulario no es un amuleto que uno se pone y queda salvado haga lo que haga. San Claudio de la Colombiere decía que si uno persistía en el pecado creyendo que el escapulario es un amuleto salvador, podía tener la seguridad de que moriría en pecado, y sin el escapulario puesto.



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