INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

San Joaquín y Santa Ana
concibieron a su hija María 
sin mácula, sin mancha, sin pecado original.

Es dogma de la Iglesia Católica. 

El católico está obligado a creer en esta afirmación.
Si no la cree, queda excomulgado automáticamente.

Fundamento bíblico del dogma:
Y dijo Dios a la serpiente: 
pondré división entre ti y la mujer, 
entre tu descendencia y la descendencia de ella; la descendencia de ella te pisará la cabeza, 
y tú tratarás de herir su talón. 

La encíclica "La Corona Radiante" dice:
Si por un solo momento, 
María hubiera quedado privada 
de la gracia divina, 
durante ese solo momento 
no hubiera existido división 
entre el diablo y María, 
sino más bien cierta atadura.

El dogma de la Inmaculada Concepción de María
fue declarado por la bula "Dios Inefable". 

La división que puso Dios entre María y satanás significa también que María nunca pecó.

Por eso la llamamos:
Santísima Virgen María.




Génesis 3,15.
Carta encíclica Fulgens Corona, Pío XII, 1953, No.7.
Constitución apostólica Ineffabilis Deus, Pío IX, 1854.
Derecho Canónico, cánones 750, 751, 1364