RETORNO AL PAGANISMO

Claro que se debe preservar la naturaleza.


Dios la creó y vio que era buena.


Pero cuando creó a la raza humana, vio que era muy buena.


Significa que las personas valen más, mucho más, que los animales y las plantas.


Que lo tengan presente quienes pretenden que 
Gaia (la diosa Tierra), los animales, los árboles, 
son divinidades dignas de adoración.


A menudo contrasta el celo por defender la vida de la naturaleza, con el desdén por la vida humana


El respaldo "científico" a esta postura exagerada y pagana de divinizar a la naturaleza llegó en 1969, cuando el químico James Lovelock formuló su 


Hipótesis Gaia: 
La Tierra es un super organismo vivo, 
capaz de sostenerse y regularse por sí sola. 
(Dios: ¡ni falta que hace!)


La Carta de la Tierra, redactada por adoradores de la naturaleza como Leonardo Boff, Mercedes Sosa, Wangari Maathai, entre otros, se elaboró a petición de la ONU, la Comisión del Medio Ambiente, el Consejo de la Tierra, la Cruz Verde Internacional. 


Contiene postulados ecológicos positivos 
que invitan a cuidar la naturaleza. 


Pero, en la Carta subyace la intención 
de eliminar a Dios. 


El expresidente soviético Mijaíl Gorvachov, 
cabeza de los redactores, comentó: 
"La Carta de la Tierra debe sustituir los Diez Mandamientos y el Sermón de la Montaña".


La Nueva Era, empeñada en 
la desaparición del cristianismo 
y la implantación de un Nuevo Orden Mundial 
basado en una ética 
pseudorreligiosa, gnóstica y pagana, 
participa en este propósito. 


Y difunde la Hipótesis Gaia. 


En internet, por ejemplo, circula el 
Acto de Culto al Árbol: 


Acércate al árbol, abraza al árbol, siente al árbol, 
que el árbol te sienta. 
Si necesitas algo, pídeselo al árbol. 
Si estás triste y vas al árbol, 
tu tristeza desaparecerá. 


(¿Para qué buscar a Dios, si el árbol lo da todo? 
¿Para qué buscar la felicidad del Cielo, 
si con la del árbol basta?) 


Leonardo Boff, ex sacerdote, ex católico, 
uno de los principales abanderados 
de la anticristiana y comunista 
Teología de la Liberación, 
defiende con tenacidad la Hipótesis Gaia. 


Ataca a la religión y anuncia catástrofes 
mediante manipulación de datos climáticos. 


Llega a límites ridículos como: 
"La Tierra no sólo nos ha engendrado a nosotros 
los seres humanos, 
sino también a todos los seres vivos, 
lo cual los convierte 
en verdaderos hermanos y hermanas nuestros." 
(Ya no es Dios el creador.) 


Tanto se ha desviado del camino que acabará estrellándose con sus compañeros de viaje, 
entre los que se cuenta el líder boliviano Evo Morales con su culto a la pacha-mama (la Tierra).   




Gn 1,25. Gn 1,31. Mt 12,12. Lc 12,6-7.


Condensado de El Observador de la Actualidad, Nº 878, pág 6, mayo 8/12