domingo, 15 de enero de 2012

INSTRUCCIONES DE SAN JUAN PABLO II PARA LA SANTA MISA



La celebración litúrgica es por naturaleza infinitamente sagrada. 


La comunidad debe ser consciente de su encuentro especial con Aquél que es tres veces santo. 


Por eso, la actitud apropiada debe ser de reverencia y misticismo al saberse en presencia de la espléndida majestad de Dios. 


Como prueba de que a Dios le agrada esta actitud reverente, Él le ordenó a Moisés que se quitase las sandalias delante de la zarza ardiente.


Moisés y Elías, que eran conscientes de estar ante el Amo y Señor por excelencia, no osaron mirar a Dios cara a cara.


Los fieles necesitan ver, en los sacerdotes y en los diáconos, un comportamiento totalmente lleno de reverencia y de dignidad, que los ayude a penetrar en las cosas de Dios. 


El sacerdote debe manifestar el más profundo sentimiento de humildad y de respeto delante de los Santos Misterios.


En cada celebración litúrgica, el sacerdote y los fieles deben rendir máximo culto de adoración ante la presencia real de la grandiosa y divina Majestad de la Santísima Trinidad.

http://eccepanisangelorum.blogspot.com.co/2014/06/la-reverencia-debida-al-santisimo_5.html
http://www.clerus.org/bibliaclerusonline/es/emq.htm