sábado, 26 de febrero de 2022

LETANÍAS DE LA HUMILDAD

 

26 febrero 2022


¡Oh, Jesús, manso y humilde de Corazón! Óyeme.

Del deseo de ser lisonjeado, líbrame, Jesús.

Del deseo de ser amado, líbrame, Jesús.

Del deseo de ser respetado, líbrame, Jesús.

Del deseo de ser alabado, líbrame, Jesús.

Del deseo de ser aplaudido, líbrame, Jesús.

Del deseo de ser preferido a los demás, líbrame, Jesús.

Del deseo de ser consultado, líbrame, Jesús.

Del deseo de ser aceptado, líbrame, Jesús.

Del temor de ser humillado, líbrame, Jesús. 

Del temor de ser despreciado, líbrame, Jesús.

Del temor de ser rechazado, líbrame, Jesús.

Del temor de ser reprendido, líbrame, Jesús.

Del temor de ser calumniado, líbrame, Jesús.

Del temor de ser puesto en ridículo, líbrame, Jesús.

Del temor de ser injuriado, líbrame, Jesús.

Del temor de ser juzgado con malicia, líbrame, Jesús.

Que los demás sean más amados que yo, 
dame la gracia de desearlo, Jesús.

Que los demás sean más valorados que yo, 
dame la gracia de desearlo, Jesús.

Que los demás crezcan ante la opinión del mundo y yo disminuya, 
dame la gracia de desearlo, Jesús.

Que los demás sean elogiados y yo no,
dame la gracia de desearlo, Jesús.

Que los demás sean escogidos y yo no, 
dame la gracia de desearlo, Jesús.

Que los demás sean más santos que yo, y yo todo lo santo que quieras,
dame la gracia de desearlo, Jesús.

Concédeme, Jesús, que reconozca que no soy nada.

Concédeme, Jesús, perpetuo recuerdo de mis pecados.

Concédeme, Jesús, certeza de mi poca valía.

Concédeme, Jesús, aborrecer toda vanidad.

Concédeme, Jesús, la sola intención de servir a Dios.

Concédeme, Jesús, la perfecta sumisión a la voluntad del Padre.

Concédeme, Jesús, sincero espíritu de arrepentimiento.

Concédeme, Jesús, decidida obediencia a mis superiores.

Concédeme, Jesús, aversión a sentir envidia y celos.

Concédeme, Jesús, prontitud para perdonar las ofensas.

Concédeme, Jesús, ser prudente y discreto.

Concédeme, Jesús, paz y caridad con los demás.

Concédeme, Jesús, la gracia de soportar agravios santamente como Tú .

María, Reina y Madre de los humildes, ruega por mí.

San José, protector y modelo de los humildes, ruega por mí.

San Miguel Arcángel, que fuiste el primero en abatir a los soberbios, 
ruega por mí. 

Santos del Cielo, glorificados por vuestro espíritu de humildad, rogad por mí.

Oh, Jesús, que siendo Dios te humillaste hasta la muerte y muerte de cruz para ser ejemplo perenne que confunda nuestro orgullo y amor propio, concédenos la gracia de imitar tu ejemplo, para que, humillándonos como corresponde a nuestra miseria aquí en la tierra, podamos ser ensalzados y gozar eternamente de Ti en el Cielo. Amén.


Letanías compuestas por el Cardenal español Rafael Merry del Val, hombre de gran humildad, de cuna aristocrática, secretario de Estado del Papa San Pío 10°. Criticado por su firmeza contra las ideologías modernistas y ecumenistas. Murió el 26 febrero 1930, a los 65 años. Su proceso de beatificación está en curso.

https://elfiatdemaria.website/letanias-de-la-humildad/

https://verbo.vozcatolica.com/wp-content/uploads/2016/07/28-Letanias-de-la-humildad.pdf

http://www.lazosdeamormariano.net/i-conocimiento-del-mundo/2-soberbio-yo/204-letanias-de-la-humildad

https://www.ewtn.com/es/catolicismo/devociones/letanias-de-humildad-15167

https://www.corazones.org/oraciones/humildad_oracion.htm