domingo, 11 de abril de 2021

DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA

 

11 abril 2021

Domingo de la Divina Misericordia.

Así llamó San Juan Pablo 2° 
a esta festividad cuando canonizó a
Santa Faustina Kowalska 
el 30 abril 2000.


Esto dijo Nuestro Señor 
Santa Faustina:


A las almas que se acerquen con confianza 

a mi océano de misericordia, 
si son pecadoras, les concederé la salvación; 
si son virtuosas, serán fortalecidas en el bien.

A cambio exijo obras de misericordia

que nazcan del amor hacia Mí.

La fe sin obras, 

por fuerte que sea, 
es inútil.

Hay tres formas de practicar misericordia: 

la acción, la palabra, la oración.

Las almas deben mostrar misericordia 

siempre y en todas partes.

No pueden dejar de mostrar misericordia, 

ni excusarse, ni justificarse.

De lo contrario, 

no conseguirán mi misericordia 
el día del juicio.

(Diario 742)

Queda claro: 

La misericordia de Dios es infinita, 
no incondicional.


Dios le mostró a Santa Faustina
cómo es el Cielo y el Purgatorio, 
adonde se puede llegar 
gracias a su infinita misericordia.

Pero Dios también le mostró a Santa Faustina 
cómo es el infierno, 
en el que muchísimas personas no creen.

Así lo describe la santa:


La mayoría de los condenados al infierno, 

cuando estaban en el mundo, 
no creían que existía el infierno.

Es un lugar 
grande y extenso,
donde los condenados 
son terriblemente torturados.

Torturas: 

La pérdida de Dios (la peor).

Continuo remordimiento de conciencia.

Saber que esa situación nunca cambiará.

Un fuego insoportable 
que penetra el alma sin destruirla; 
un fuego espiritual 
que nace de la ira de Dios.

Un olor sofocante 

y una perpetua oscuridad, 
a pesar de la cual 
los demonios y las almas de los condenados 
se ven unos a otros, 
ven su propia alma y 
ven el alma de los demás.

La 
constante compañía de satanás.

La
 descomunal intensidad con que se sienten 
la desesperación, el odio a Dios,
las incesantes maldiciones, blasfemias
palabras viles,.

Éstas son las torturas 

para todos los condenados.

Sin embargo, 

para algunas almas en particular,
hay tormentos especiales: 
los tormentos de los sentidos.

Cada alma padece suplicios terribles 

e indescriptibles, 
según el modo como haya pecado.

Hay cavernas y hoyos de suplicio;

cada uno de ellos tiene 
diferente forma de sufrimiento.

Que sepa el pecador 

que va a ser torturado 
por toda la eternidad 
en los sentidos que haya usado para pecar.

Que, por esta revelación, 

nadie diga que no sabe,
nadie diga que no existe infierno.

(Diario 742)

Recordemos el pasaje bíblico:


Teman al que puede hacer perecer
alma y cuerpo en el infierno. 
(Mateo 10,28)

Para épocas difíciles,

son muy oportunas las palabras 
de San Juan Pablo 2°:

La devoción a la Divina Misericordia 
es una evocación perenne que, 
confiado en la benevolencia divina, 
hace el mundo cristiano  para encarar las dificultades 
que esperan al género humano 
en los años venideros.


Sin olvidar lo que Dios dijo:


Mis pensamientos no son como los de ustedes. 

Mi manera de obrar no es como la de ustedes. 

Así como el cielo está en un nivel 
muy superior al de la tierra, 
el nivel de mis pensamientos 
y de mi manera de obrar 
es muy superior al de ustedes.

(Isaías 55,8) 


Deseando que 
nuestras súplicas coincidan
con lo que Dios quiere para nosotros,
siempre será de inmensa ayuda y consuelo 
invocar la misericordia de Dios.




https://www.aciprensa.com/recursos/fiesta-de-la-divina-misericordia-segundo-domingo-de-pascua-2120


viernes, 2 de abril de 2021

VIERNES SANTO. INSTRUMENTOS DE TORTURA. LAS SIETE PALABRAS.

 

2 abril 2021 


INSTRUMENTOS DE TORTURA

Flagellum Taxillatum

Mango de madera, del que partían tres correas delgadas de cuero, y piezas pequeñas de metal cortante o huesos con bordes cortantes, atadas a las correas a varios intervalos, para penetrar y desgarrar la piel al jalar el flagelo para golpear de nuevo.

En la Sábana Santa se cuentan 370 latigazos. Faltaría contar los de los flancos o laterales, que no aparecen en la Sábana.


Casco de espinas

No era una círculo de espinas, sino un casquete de espinas que se clavaban en la parte superior y lateral de la cabeza.


Patíbulo

Es el palo horizontal de la cruz. Era lo que cargaba Jesús en el hombro. No estaba lijado ni barnizado, así que tenía astillas. No era redondo, así que tenía filo.


Clavos

Tres. De sección cuadrada. De 15 cm de largo. Para atravesar las muñecas, los pies y el madero.


 https://www.elsoldezacatecas.com.mx/doble-via/crean-escultura-de-jesus-a-partir-de-la-sabana-santa-3586408.html



LAS SIETE PALABRAS

Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.
(Lucas 23,34)

Como los verdugos de Jesús no creían que fuera Dios, no sabían que estaban torturando a Dios.

Pecado sin conciencia plena es pecado, pero no es pecado grave.


Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso. 
(Lucas 23,43)

Por su acto de arrepentimiento, el ladrón obtiene la salvación. Del mismo modo como la Iglesia concede indulgencia plenaria (que no es perdón del pecado, que sólo lo da la confesión, sino perdón del castigo de purgatorio que merece ese pecado perdonado en la confesión), Cristo, cabeza de la Iglesia, concedió el perdón del purgatorio al ladrón arrepentido.


Mujer, ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre. 
(Juan 19,26)

Como la Virgen no tuvo más hijos, Jesús la pone al cuidado de su discípulo más estimado. A quien, a la vez, le encarga que la cuide con la dedicación con la que se cuida a una madre.


Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? 
(Marcos 15,34) (Mateo 27,46)

Así comienza el salmo 22. Un canto de consuelo y confianza en Dios para las horas en que uno se siente atribulado y abandonado.


Tengo sed. 
(Juan 19,28)

Cristo llevaba sin comer ni beber desde la Última Cena hasta cerca de las 3 de la tarde, 15 horas más o menos, y su estado anímico por la situación de padecimiento extremo, además de la pérdida de sangre, lo llevaron a pedir ayuda vital. 


Todo está consumado. 
(Juan 19,30)

Equivale a una exclamación de victoria por la misión cumplida en detalle y totalmente.


Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu
(Lucas 23,46)

Jesús sabe que tiene el beneplácito divino.