domingo, 16 de junio de 2019

LA SANTÍSIMA TRINIDAD


16 junio 2019

Hoy celebra la Iglesia la solemnidad de la Santísima Trinidad.

Analicemos estas frases:

Frase 1:
Si hay 7.500 millones de personas distintas,
por lo tanto hay 7.500 millones de seres humanos
Es lógico.

Frase 2:
Si hay 7.500 millones de personas distintas,
por lo tanto hay 1 solo ser humano.
No es lógico.

Frase 3:
Si hay 3 personas divinas distintas,
por lo tanto hay 3 Dioses verdaderos.
Es lógico.

Frase 4:
Si hay 3 personas divinas distintas,
por lo tanto hay 1 solo Dios verdadero.
Es ilógico.

Pues bien: 
La Frase 3 es lógica, pero no es verdad.
La Frase 4 es ilógica, pero sí es verdad.

La Santísima Trinidad es precisamente eso:
Tres Personas divinas distintas y un solo Dios verdadero.

Es un dogma. Todo católico está obligado a creerlo.
Y además es un misterio divino.
Y por serlo, nadie lo puede resolver.

No es invento de la Iglesia.
La Iglesia no puede inventar doctrinas divinas.
El único autor de doctrinas divinas es Dios. 
La misión exclusiva de la Iglesia es custodiarlas y enseñarlas.

Dice Santo Tomás de Aquino:

Las Tres Personas de la Sma. Trinidad tienen la misma naturaleza divina, las mismas cualidades perfectas, la misma omnipotencia, la misma sabiduría, la misma eternidad.

Pero se distinguen en su origen. El Padre no proviene de nadie. El hijo proviene del Padre. El Espíritu Santo proviene del Padre y del Hijo.


No es que el Hijo haya aparecido después del Padre. Pues en ningún instante el Padre ha dejado de ser Padre. Y el amor entre Padre e Hijo ha existido siempre. Amor que se personifica en el Espíritu Santo, que es el Amor hecho Persona. La simultaneidad de existencia es comparable a la luz y la sombra. Tan pronto hay luz, se produce a la vez la sombra.

El Padre Ricardo Sada Fernández, doctor en Teología, lo explica así:

Cuando pensamos en nosotros mismos, nos formamos  sobre el propio yo un concepto incompleto, imperfecto. 
Es un pensamiento que no sale de nuestro interior, que no tiene existencia independiente, que no tiene vida propia. 
Si pensamos en otro asunto, el pensamiento anterior desaparece. 

En cambio, el pensamiento de Dios es perfectísimo, abarca todas sus cualidades infinitas. 
Por ser perfectísimo, tiene existencia propia; ya que si no tuviera existencia propia, le faltaría esa perfección. 
La Palabra con que Dios se expresa a Sí mismo de manera perfecta, tiene pues una existencia propia, distinta. 
A esa Palabra la llamamos Dios Hijo, que viene a ser la expresión del conocimiento que Dios tiene de Sí mismo. 
O sea, Dios Padre es Dios conociéndose a Sí mismo. 
Dios Hijo es la expresión del conocimiento que Dios Padre tiene de Sí. 
Por ser engendrado por la mente del Padre, es Hijo.
Por ser expresión del Padre, es Verbo o Palabra.
Dios Hijo es la Palabra interior de Dios Padre  
Dios Padre (Dios conociéndose a Sí mismo) y Dios Hijo (la expresión del Padre al conocerse a Sí mismo)  contemplan la naturaleza que poseen en común. Contemplan que es bella y buena en grado infinito.
Lo bueno y lo bello producen Amor. Padre e Hijo se profesan amor mutuo. 
Siendo de naturaleza divina, ese amor intenso, infinito, perfecto, tiene existencia propia. 
Ese amor que procede del Padre y del Hijo es el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es el Amor hecho Persona.



Encíclica Humanæ Vitæ, 18
http://apologeticacatolica.org/Trinidad/IndiceTrinidad.htm