19 de marzo
En este día, la Iglesia celebra
la festividad de San José
Es muy conocido como el Santo del Silencio,
pues no hay en la Biblia
ni una cita textual
de alguna palabra pronunciada por José.
Es el Patrono de la Iglesia Universal.
Si fue designado desde el Cielo
para cuidar del Hijo de Dios Padre
y también de la Santísima Madre de Jesús,
es un honor para los fieles de la Iglesia
que también sea San José el encargado
de cuidar de nosotros como iglesia.
Es el patrono de la buena muerte.
Si a la hora de su muerte
fue asistido por
Nuestro Señor Jesucristo
y por la Santísima Virgen,
¿quién ha estado mejor acompañado
a la hora de la muerte?
Es el patrono de los trabajadores.
Por su condición de carpintero.
San Mateo y San Marcos
usan la palabra griega tekton
en el pasaje donde la gente dice
que Jesús es "el hijo del carpintero".
Tekton se aplicaba a quien trabajaba
tanto con la madera como con la piedra,
es decir, carpintero y albañil a la vez.
Su intercesión tiene que ser muy poderosa.
Si Jesús consideró a José como padre,
porque José se comportó con Jesús
como un verdadero padre,
y si Jesús es quien indiscutiblemente
mejor cumplió el mandamiento divino
de honrar a padre y madre,
¿qué cosa que convenga
a nuestra salvación eterna
podrá negarle Jesús a José?
A continuación lo que dice la Biblia refiriéndose a José:
José era descendiente del rey David
El padre de José se llamaba Jacob.
José era de Belén, pues en Belén
se inscribió para el censo,
como ordenaba el decreto imperial.
Los súbditos del imperio debían inscribirse
en su ciudad de origen.
José vivía en Nazaret con María,
pues de allí partieron para inscribirse en Belén.
el compromiso de casarse.
Pero, antes del matrimonio,
María resultó embarazada
por obra del Espíritu Santo.
José era un hombre bueno.
No quiso denunciar a María públicamente
como mujer infiel.
Decidió marcharse en secreto de ese lugar
y alejarse así de María.
Ya José tenía tomada su decisión.
Pero un ángel se le apareció en sueños.
Lo exhortó a no desconfiar de María y lo animó a recibirla como esposa.
Le reveló a José que el Niño que ella esperaba
era la obra milagrosa del Espíritu Santo.
Y le indicó que debía ponerle por nombre
Jesús (Salvador),
porque ese Niño venía a salvar del pecado
a los hombres.
José despertó del sueño.
Y cumplió estrictamente las indicaciones del ángel.
La Biblia es tajante y precisa
en cuanto a que María y José
no tuvieron relaciones sexuales.
Y cuando el Niño nació,
José le puso por nombre Jesús.
Cuando los pastores fueron a visitar
al Niño Dios recién nacido,
encontraron en el pesebre a María y José
cuidando del bebé.
María y José llevaron a Jerusalén al Niño
para la purificación o consagración a Dios.
Allí, Simeón, hombre bueno y piadoso,
reconoció en el Niño Jesús
al salvador, luz y gloria de los hombres.
María y José estaban admirados
de tal exaltación a Jesús.
Cumplidos los ritos de consagración del Niño,
María y José regresaron a Nazaret.
Poco tiempo después,
un ángel se le apareció en sueños a José
y le ordenó que,
como Herodes quería matar a Jesús,
huyera a Egipto con el Niño y María,
y permanecieran allí hasta nuevo aviso del ángel.
José obedeció de inmediato
y esa noche emprendió la huída con el Niño y María.
Herodes murió.
Y el ángel en sueños le dijo a José
que podía regresar con el Niño y María,
pues los que querían matar al Niño
ya habían muerto.
José se puso en camino con el Niño y María
para Judea.
Pero, al enterarse de que el rey
era hijo de Herodes,
por prevención se dirigió a Nazaret,
donde se estableció con el Niño y María.
Todos los años, María y José iban a Jerusalén
para celebrar la fiesta de Pascua.
Cuando Jesús tenía doce años, María y José lo llevaron a celebrar la Pascua a Jerusalén
Acabada la festividad,
María y José se encaminaron de vuelta a Nazaret.
Pero Jesús se quedó en el templo,
sin avisarles a María y José.
Todo un día caminaron María y José,
creyendo que Jesús estaba en la caravana.
Al darse cuenta de la ausencia de Jesús,
empezaron María y José a buscarlo
entre los parientes y amigos.
María y José no lo encontraron
y se devolvieron a buscarlo en Jerusalén.
Al tercer día lo encontraron en el templo
debatiendo con los expertos
en sagradas escrituras (doctores de la Ley),
quienes estaban maravillados
de la sabiduría del Niño.
María y José estaban extrañados.
María le preguntó por qué se había quedado allí
sin avisarles.
María le hizo saber que tanto José como ella
habían estado buscándolo angustiados.
Jesús, tratando de tranquilizarlos, les dijo
a María y José que no había razón para buscarlo,
que recordaran que Él tenía que ocuparse
de los asuntos de su Padre.
María y José no entendieron a qué se refería Jesús.
Jesús regresó con María y José a Nazaret,
y siguió siendo dócil a la autoridad de ellos.
Con María y José en Nazaret,
Jesús iba creciendo en sabiduría y estatura,
y ganando el aprecio de Dios y de la gente.
José era carpintero.
Y esto es todo lo que la Biblia
dice de San José.
Lo que cuentan del bastón florecido,
de que era viudo y con hijos,
de que era un anciano,
no tiene fundamento bíblico.
Mt 1,16
Mt 1,18-25
Mt 2,13-14
Mt 2,19-23
Mt 13,55
Mc 6,3
Lc 1,27
Lc 2,4
Lc 2,16
Lc 2,22
Lc 2,33
Lc 2,39
Lc 2,40
Lc 2,41
Lc 2,42
Lc 2,42-52
Lc 4,22
Jn 1,45
Jn 6,42