sábado, 25 de marzo de 2017

LA ANUNCIACIÓN



25 de marzo

Hoy la Iglesia celebra la festividad de 
la Anunciación del Arcángel a María.

(Arcángel es un ángel cuyo lugar está en permanecer ante la presencia de Dios.)

Dios envía al Árcángel Gabriel a Nazaret, 
a casa de María, una joven virgen comprometida 
para casarse con José, un descendiente del 
rey David.

Gabriel aparece en la casa de María y le dice:

- Te saludo, Llena de Gracia, el Señor Dios 
está contigo.

María se sobresaltó y quedó intrigada 
por el saludo del arcángel.

El ángel le dice:

- No te alarmes, María. Dios te ha favorecido; quedarás embarazada y darás a luz un hijo 
y le pondrás por nombre Jesús. Será grande. 
Será llamado Hijo del Altísimo. El Señor le dará 
un trono, donde reinará para siempre, 
su reino no tendrá fin.

María dice:

- No entiendo cómo podré quedar embarazada 
sin cohabitar con ningún hombre.

El arcángel dice:

- El Espíritu Santo descenderá sobre ti; 
el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. 
Por eso el Niño será Santo y será llamado 
Hijo de Dios. Tu anciana pariente Isabel, 
considerada estéril, ya está en el sexto mes 
de embarazo. Para Dios no hay nada imposible.

María dice:

- Estoy para servir al Señor. Que se haga en mí 
lo que tú dices.

El arcángel desapareció.

Hasta aquí el relato bíblico. 
¿Qué implicaciones tiene?

El saludo Llena de Gracia está construido en la frase como un atributo íntimo, tal como se construye 
un sobrenombre derivado de una característica personal ("pelirrojo").

Coincide este saludo, o sobrenombre Llena de Gracia, con el anuncio del Génesis de que Dios pondrá enemistad entre satanás y La Mujer (María), 
pasaje que sirve de fundamento al dogma mariano de La Inmaculada Concepción.



El arcángel le dice a María que va a tener un hijo.
María debería haber deducido que lo iban a procrear ella y su futuro esposo José. 
Por lo tanto no debería haber preguntado cómo podía quedar embarazada. 
Pero preguntó.
Entre esposos la relación sexual es lícita. 
La esposa sabe que debe cumplirle a su esposo. 
El esposo sabe que debe cumplirle a su esposa. 
¿Por qué María preguntó? 
La única respuesta posible es que María y José 
se habían comprometido a vivir en castidad.
Y en castidad vivieron, como lo demuestran los relatos bíblicos.
Jesús a sus 12 años acompañó a María y José 
a la Pascua en Jerusalén. María y José habían hecho un día de camino de vuelta a Nazaret. 
Notaron que Jesús no estaba. Y se devolvieron 
a buscarlo. 
La Biblia no dice que a sus otros hijos los dejaron 
a cargo de alguien o se los llevaron consigo. 
Luego, lo evidente es que Jesús era hijo único. 
En sus 12 primeros años juveniles de matrimonio, María y José no habían tenido hijos.
¿En qué se basan los que dicen que después 
sí los tuvieron? 
En que en un pasaje dice que los hermanos de Jesús eran Santiago, José, Judas y Simón.
Pero:
Santiago el Mayor era hijo de Zebedeo;
Santiago el menor era hijo de Cleofás Alfeo.
José era hermano de Santiago el menor.
La esposa de Cleofás Alfeo era María de Cleofá.
Judas dice de sí mismo: servidor de Jesucristo 
y hermano de Santiago;
Simón el Cananeo es mencionado sin parentesco en Hch 1,13. 
Se menciona en la misma cita
el vínculo fraterno entre Judas y Santiago.
¡Cómo no mencionar el vínculo fraterno de Simón 
con Jesús, si hubieran sido hermanos carnales!

Pasemos a otra implicación de la Anunciación.
Por no creer lo que le anunciaba, 
el arcángel castiga a Zacarías dejándolo mudo 
por un tiempo.
La actitud de Zacarías equivalió a:
Ángel, ¡cómo me vienes a decir que mi esposa,
anciana y estéril, va a ser madre! Eso no te lo cree nadie.
A María no la castigó. Porque María no dudó. 
Pero quería tener claro si su compromiso de castidad se desplomaba o no.
La actitud de María equivalió a:
Ángel, te creo. Pero, ¿tendré que incumplirle a Dios el voto de castidad que le hice, y que le hice 
aceptar a José si quería casarse conmigo?


Lc 1,26-38
Gén 3,15
Mt 13,55
Mt 4,21. Mt 10,2. Mc 3,17
Mt 27,56
Mt 10,3. Mc 3,18
Jd 1,1
Hch 1,13











sábado, 18 de marzo de 2017

SAN JOSÉ, BIOGRAFÍA BÍBLICA


19 de marzo

En este día, la Iglesia celebra 

la festividad de San José

Es muy conocido como el Santo del Silencio,

pues no hay en la Biblia 
ni una cita textual 
de alguna palabra pronunciada por José.

Es el Patrono de la Iglesia Universal.

Si fue designado desde el Cielo 
para cuidar del Hijo de Dios Padre
y también de la Santísima Madre de Jesús, 
es un honor para los fieles de la Iglesia 
que también sea San José el encargado 
de cuidar de nosotros como iglesia.

Es el patrono de la buena muerte. 
Si a la hora de su muerte 
fue asistido por 
Nuestro Señor Jesucristo 
y por la Santísima Virgen, 
¿quién ha estado mejor acompañado 
a la hora de la muerte?

Es el patrono de los trabajadores.
Por su condición de carpintero.
San Mateo y San Marcos
usan la palabra griega tekton
en el pasaje donde la gente dice
que Jesús es "el hijo del carpintero".
Tekton se aplicaba a quien trabajaba
tanto con la madera como con la piedra,
es decir, carpintero y albañil a la vez.

Su intercesión tiene que ser muy poderosa. 
Si Jesús consideró a José como padre, 
porque José se comportó con Jesús 
como un verdadero padre, 
y si Jesús es quien indiscutiblemente 
mejor cumplió el mandamiento divino 
de honrar a padre y madre, 
¿qué cosa que convenga 
a nuestra salvación eterna 
podrá negarle Jesús a José?  


A continuación lo que dice la Biblia refiriéndose a José:

José era descendiente del rey David

El padre de José se llamaba Jacob.


José era de Belén, pues en Belén 

se inscribió para el censo, 
como ordenaba el decreto imperial.

El emperador romano había ordenado un censo. 
Los súbditos del imperio debían inscribirse 
en su ciudad de origen.

José vivía en Nazaret con María, 

pues de allí partieron para inscribirse en Belén.

José y María habían celebrado formalmente 
el compromiso de casarse. 
Pero, antes del matrimonio, 
María resultó embarazada 
por obra del Espíritu Santo.

José era un hombre bueno. 

No quiso denunciar a María públicamente 
como mujer infiel. 
Decidió marcharse en secreto de ese lugar 
y alejarse así de María.

Ya José tenía tomada su decisión. 

Pero un ángel se le apareció en sueños. 
Lo exhortó a no desconfiar de María y lo animó a recibirla como esposa.

Le reveló a José que el Niño que ella esperaba 

era la obra milagrosa del Espíritu Santo. 
Y le indicó que debía ponerle por nombre 
Jesús (Salvador), 
porque ese Niño venía a salvar del pecado 
a los hombres.

José despertó del sueño. 

Y cumplió estrictamente las indicaciones del ángel.

La Biblia es tajante y precisa 

en cuanto a que María y José 
no tuvieron relaciones sexuales.

Y cuando el Niño nació, 

José le puso por nombre Jesús.

Cuando los pastores fueron a visitar 

al Niño Dios recién nacido, 
encontraron en el pesebre a María y José 
cuidando del bebé.

María y José llevaron a Jerusalén al Niño

para la purificación o consagración a Dios.

Allí, Simeón, hombre bueno y piadoso, 

reconoció en el Niño Jesús 
al salvador, luz y gloria de los hombres. 
María y José estaban admirados 
de tal exaltación a Jesús.

Cumplidos los ritos de consagración del Niño, 

María y José regresaron a Nazaret.

Poco tiempo después, 

un ángel se le apareció en sueños a José 
y le ordenó que, 
como Herodes quería matar a Jesús, 
huyera a Egipto con el Niño y María, 
y permanecieran allí hasta nuevo aviso del ángel.

José obedeció de inmediato 

y esa noche emprendió la huída con el Niño y María.

Herodes murió. 

Y el ángel en sueños le dijo a José 
que podía regresar con el Niño y María, 
pues los que querían matar al Niño 
ya habían muerto.

José se puso en camino con el Niño y María 

para Judea. 
Pero, al enterarse de que el rey
era hijo de Herodes, 
por prevención se dirigió a Nazaret, 
donde se estableció con el Niño y María.

Todos los años, María y José iban a Jerusalén 

para celebrar la fiesta de Pascua.

Cuando Jesús tenía doce años, María y José lo llevaron a celebrar la Pascua a Jerusalén


Acabada la festividad, 

María y José se encaminaron de vuelta a Nazaret.

Pero Jesús se quedó en el templo, 

sin avisarles a María y José.

Todo un día caminaron María y José, 

creyendo que Jesús estaba en la caravana.

Al darse cuenta de la ausencia de Jesús, 

empezaron María y José a buscarlo 
entre los parientes y amigos.

María y José no lo encontraron 

y se devolvieron a buscarlo en Jerusalén.

Al tercer día lo encontraron en el templo 

debatiendo con los expertos 
en sagradas escrituras (doctores de la Ley), 
quienes estaban maravillados 
de la sabiduría del Niño.

María y José estaban extrañados.

María le preguntó por qué se había quedado allí 
sin avisarles.
María le hizo saber que tanto José como ella 
habían estado buscándolo angustiados.

Jesús, tratando de tranquilizarlos, les dijo 

a María y José que no había razón para buscarlo,
que recordaran que Él tenía que ocuparse 
de los asuntos de su Padre.
María y José no entendieron a qué se refería Jesús.

Jesús regresó con María y José a Nazaret, 

y siguió siendo dócil a la autoridad de ellos.

Con María y José en Nazaret, 

Jesús iba creciendo en sabiduría y estatura, 
y ganando el aprecio de Dios y de la gente.

José era carpintero. 



Y esto es todo lo que la Biblia 
dice de San José.
Lo que cuentan del bastón florecido,
de que era viudo y con hijos,
de que era un anciano,
no tiene fundamento bíblico.


Mt 1,16
Mt 1,18-25
Mt 2,13-14
Mt 2,19-23
Mt 13,55
Mc 6,3
Lc 1,27
Lc 2,4
Lc 2,16
Lc 2,22
Lc 2,33
Lc 2,39
Lc 2,40
Lc 2,41
Lc 2,42
Lc 2,42-52
Lc 4,22
Jn 1,45
Jn 6,42