lunes, 15 de agosto de 2016

ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

La Asunción de la Virgen María es un dogma de fe
proclamado en 1950 por el Papa Pío 12.

Como ocurre con cualquier otro dogma de la Iglesia, 
si un católico no cree en este dogma 
deja de ser católico, 
queda excomulgado.

La Asunción de la Virgen María significa a que la Virgen fue llevada por Dios al Cielo en cuerpo y alma.

No fue la Virgen Santa la primera persona en ser llevada al Cielo en cuerpo y alma.

Enoc fue llevado al Cielo en cuerpo y alma 
(Gén 5,24).

Elías fue llevado al Cielo en cuerpo y alma 
(2 Re 2, 11-12).

Enoc y Elías, igual que todos los seres humanos, nacieron con la mancha de pecado original.

Enoc y Elías, igual que todos los seres humanos, cometieron pecados durante su vida.

El mérito de Enoc y Elías era su gran fidelidad a Dios.

La Virgen María nació sin mancha de pecado original.

La Virgen María no cometió ningún pecado 
durante su vida.

La Virgen fue, entre todos los seres humanos, la persona más fiel a Dios.

Si la Virgen tuvo mayores méritos que Enoc y Elías,
¿por qué no va a tener también, como ellos, 
el privilegio de ser llevada al Cielo en cuerpo y alma?

El Arca de la Alianza, que contenía 
las tablas de la ley, 
el bastón de Aarón 
y trozos de maná, 
fue preservada de todo daño.

La Virgen fue el Arca de la Alianza viva 
que contenía más que la otra arca: 
contenía a Dios.

¿Por qué no iba a ser preservada de todo daño?

Inclusive de la corrupción corporal.

Cuando Dios iba a expulsar a Adán y a Eva del paraíso, le dijo a Adán:

"Ganarás el pan con el sudor de tu frente  
hasta cuando vuelvas a la tierra, 
de la que fuiste formado, 
porque polvo eres y en polvo te convertirás" 
(Gén 3,19).

¿Por qué Dios dijo eso? Porque Adán y Eva, antes de pecar, no iban a sufrir la corrupción.

Pero como desobedecieron, como pecaron, 
Dios les aclaró su nueva condición: 
sufrir la corrupción.

Y lo aclaró, lo expresó, porque era una circunstancia que no existía.

Si hubiera existido, sobraba aclarar.

La Virgen no pecó. 

Así que conservó su condición original de no sufrir la corrupción.

Y como su cuerpo no iba a volver a la tierra 
para convertirse en polvo,
la única posibilidad que queda es 
de que su cuerpo, junto con su alma sin pecado,
fuera llevado al Cielo.

1 Samuel 6,19.  Núm 4,15.  Núm 4,20.  2 Samuel 6,6-7.  1 Crónicas 15,12-13.