15 agosto 2018
Día de gran gozo.
Hace 67 años, 10 meses y 15 días,
el 1 nov 1950, fue declarado el dogma.
El dogma de la Asunción.
Lo proclamó el Papa Pío 12.
La Virgen María fue llevada al Cielo
en cuerpo y alma,
y coronada como Reina Universal.
Por ser dogma, el católico está obligado a creerlo.
Si no lo cree, comete herejía.
Y queda excomulgado instantáneamente.
Asunción y Ascensión
Asunción es la de María.
Ascensión es la de Jesús.
Asunción implica
que fue tomada, llevada, conducida al Cielo.
Pues María no es diosa.
No tiene el poder de subir al Cielo.
Tiene que ser subida, asunta.
Ascensión implica que Jesús, como Dios que es,
tiene el poder de subir por Sí mismo al Cielo.
Base bíblica del dogma de la Asunción
Adán y Eva cometieron pecado de
desobediencia y soberbia.
Desobediencia, porque Dios ordenó
no comer del fruto del árbol
del conocimiento del bien y del mal.
(Es decir, no establecer
qué es lo bueno y qué es lo malo.
Sólo Dios tiene ese atributo.)
Adán y Eva lo comieron. Desobedecieron.
Soberbia, porque la razón para comer el fruto
era el deseo de ser como Dios.
Éste es el pecado original.
Pecado que lo transmiten los padres a los hijos.
Por eso la Biblia dice:
"Soy pecador de nacimiento.
Pues pecador me concibió mi madre".
De este pecado no quedó exento nadie.
Bueno, sí. Una persona. Una mujer.
¿Cuál mujer?
Sus señas para identificarla son claras.
Una mujer cuya descendencia
también estaba exenta de pecado.
Además, dicha descendencia le aplastaría
la cabeza a la serpiente (satanás),
y la serpiente mordería el talón
de dicha descendencia.
Sólo hay un hombre exento de pecado original,
y de cualquier otro pecado:
Jesús, que es verdadero Dios y verdadero hombre.
Judas Iscariote fue poseído por la serpiente
y traicionó a Jesús.
Jesús murió.
Esa fue la forma como la serpiente
mordió a Jesús en el talón.
Jesús aplastó la cabeza de la serpiente satanás
con su resurrección.
Jesús es hijo de María, es la descendencia de María.
Por lo tanto, es María la mujer
a la que se refería Dios cuando dijo
que pondría enemistad entre la mujer y la serpiente.
Esa enemistad es absoluta.
O Dios habría mentido al decir:
"pondré enemistad entre la mujer y la serpiente".
Es decir, ni por un instante fugaz,
María tuvo pecado,
ni siquiera original.
Adán y Eva podían comer del árbol de la vida.
Estaban libres de la muerte.
Lógicamente libres de la corrupción
o descomposición corporal.
Y gozando del Edén. Del paraíso.
Pero, luego del pecado,
fueron condenados a volver a la tierra,
de la que habían sido creados.
A la muerte.
A la corrupción corporal.
A la descomposición.
María, en cambio, no pecó.
Quedó inmune a los estragos de la muerte.
Ya sea que haya muerto y resucitado
sin alcanzar a descomponerse,
para ser asunta al Cielo, al Edén celestial,
al Paraíso celestial, en cuerpo y alma.
Ya sea que haya quedado dormida,
y enseguida asunta al Cielo,
como también se cree desde los primeros tiempos
del cristianismo.
(Aunque ese quedar dormida
equivale a quedar muerta.)
En todo caso,
a diferencia de Adán y Eva,
que fueron expulsados del Edén
e impedidos de comer del árbol de la vida,
María tenía el perfecto derecho
de la felicidad del Paraíso
y a seguir viva corporalmente.
(Se sobreentiende que su alma también,
porque el alma es inmortal.)
Y fue coronada como Reina Universal.
Porque Jesús es Rey Universal, es Rey de Reyes.
Y la madre del rey es reina,
según la tradición más antigua.
La reina no era la esposa del rey.
Porque el rey tenía varias esposas.
La reina era la madre del rey.
Era personaje importante.
La gente hablaba con la reina
cuando quería pedir algo del rey.
Veamos este relato bíblico.
Salomón era el rey.
Betsabé era la madre del rey Salomón.
Adonías era, por parte de padre (el rey David),
medio hermano de Salomón.
Adonías fue a hablar con Betsabé,
se postró ante ella (por ser reina)
y le dijo:
"Ya que él nada os puede negar,
os suplico que le pidáis a Salomón
que me dé por esposa a Abisag".
Fue Betsabé a donde el rey Salomón
para hablarle en favor de Adonías.
El rey Salomón se levantó para recibir a Betsabé
y se postró ante ella.
Luego se sentó Salomón en su trono
y pusieron un trono para la madre del rey,
y ella se sentó a la derecha del rey.
Betsabé le dijo al rey:
"Vengo a hacerte una petición;
no me la niegues".
Contestó el rey:
"Pedid, madre, que no os la negaré".
Asimismo, la desgracia del rey
era compartida por la madre del rey,
o sea, por la reina.
Como lo indica este otro pasaje bíblico:
Nabucodonosor, rey de Babilonia,
sitió a Jerusalén.
Joaquín, rey de Judá, se rindió,
junto con su madre y demás funcionarios.
Y Nabucodonosor
al rey Joaquín,
a la madre del rey Joaquín,
y a todos los funcionarios,
se los llevó cautivos
de Jerusalén a Babilonia.
Vemos aquí los fundamentos que tiene la Iglesia
para considerar Reina a la Virgen María,
para considerarla "la omnipotencia suplicante"
(intercesora poderosa, pues Jesús nada le niega,
teniendo en cuenta que, en su pureza de intención,
la Virgen jamás pediría a su Hijo algo indebido),
para llamarla corredentora,
(pues la pasión redentora de Jesús
fue compartida por María).
(Basta con preguntar a cualquier madre
si el sufrimiento de un hijo suyo
no es igual o mayor sufrimiento para ella.)
Catecismo 966.
Derecho canónico 751 y 1364.
Salmo 51,5.
Génesis 3,15-24.
Lucas 22,3.
1 Reyes 2,12.
2 Reyes 24,12.
http://www.buenanueva.net/salvacion/7_8_20coronac-ReinayMadre-todocreado.html