15 nov 2016
Hace dos meses, el 19 sep 2016, los cardenales
Raymond Burke (EEUU),
Walter Brandmüller (Alemania),
Carlo Cafarra (Italia)
y Joachim Meisner (Alemania)
solicitaron al Papa despejar
con un SÍ o con un NO
ciertas dudas que surgen del documento papal
"La Alegría del Amor" (Amoris Lætitia).
Del capítulo 8, para ser exactos.
No hubo respuesta.
Ahora, los cardenales publican la carta de solicitud al Papa.
Las dudas son:
1. ¿Aquellos que conviven como marido y mujer,
estando casados válidamente con otras personas,
y sin intención de abandonar sus actos maritales, pueden ser absueltos en confesión
y recibir la Comunión?
Sólo si la respuesta es NO,
la doctrina de la Iglesia sigue intacta.
2. ¿Sigue vigente la enseñanza de que
hay normas morales absolutas
que prohíben sin excepción
cometer acciones de por sí malas?
Una de esas normas absolutas es "no cometer adulterio".
Nada justifica vivir en adulterio.
Santo Tomás de Aquino ponía este ejemplo:
Alguien comete adulterio con el fin de obtener de su pareja
información necesaria para salvar la patria.
Salvar la patria es bueno; el adulterio es malo.
3. ¿Si alguien permanentemente viola de manera grave un mandamiento de Dios, se encuentra permanentemente en pecado grave?
Hay teóricamente una probabilidad
de que exista una situación física o mental
que mitigue la gravedad de un pecado.
Eso sólo lo sabe quien la padece,
(aunque puede ocurrir que ni él mismo lo sepa).
La Iglesia comprende eso.
Pero dado que el sacerdote no puede identificar
esa circunstancia con plena certeza,
y dado que la Iglesia debe velar
por el buen orden comunitario
y por el respeto al sacramento,
la Iglesia considera pecado grave
cualquier conducta externa grave
y claramente opuesta a la norma moral.
4. ¿Pueden las circunstancias o intenciones transformar un acto malo en bueno?
El que un drogadicto empedernido dependa exageradamente de consumir un alucinógeno, tal consumo no se convierte en bueno.
Que una madre aborte para que su hijo vaya al Cielo no convierte el aborto en un acto bueno.
5. ¿Puede la conciencia personal
legitimar un acto de por sí malo?
La conciencia considera, analiza, examina, pero no decide.
La conciencia puede decir "esto es bueno" o "esto es malo",
pero la bondad o maldad de algo no depende de la conciencia.
La conciencia depende de la verdad.
Como el cauce del río lleva las aguas hacia el mar,
las normas de Dios son el cauce de la conciencia hacia la verdad.
Tomás de Aquino, "De Malo", q.15, a. 1
Derecho Canónico, canon 915.
http://www.votocatolico.co/2016/11/cardenales-escriben-al-papa-francisco.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+VotoCatlicoColombia+%28Voto+Cat%C3%B3lico+Colombia%29